viernes. 19.04.2024

La Audiencia de Pontevedra ha condenado a seis años de prisión a un vecino de Vilagarcía de Arousa por atropellar a dos vecinas, con una de las cuales estaba enemistado y tenía dictada una orden de alejamiento, por un delito de homicidio en grado de tentativa.

 

El tribunal no da credibilidad a la versión de la defensa, que en la vista oral argumentó que el atropello se produjo de forma no intencionada debido a un deslumbramiento sufrido por el conductor a causa del sol. A la hora de fijar la pena, la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha tenido en cuenta las atenuantes de alteración psíquica y confesión de Juan P.R., para quien la Fiscalía solicitaba inicialmente una condena de 18 años de prisión, nueve por cada uno de los delitos de homicidio en grado de tentativa.

 

Sin embargo, tras la vista oral redujo su petición hasta los diez años, cinco por cada uno de los atropellos. Durante el juicio, Juan P.R. reconoció que el 11 de junio de 2014 atropelló a las dos mujeres pero, a diferencia de lo que sostiene el fiscal, dijo que iba a unos 20 kilómetros por hora cuando, sin darse cuenta, atropelló a las mujeres y que no supo quiénes eran hasta después de golpearlas.

 

Juan P.R. aseguró que no paró a socorrerlas porque "no tenía teléfono para pedir ayuda", por lo que decidió irse a casa, que estaba cerca del lugar del accidente, para pedir a sus familiares que llamasen a la policía, versión que corroboró su hermana ante el tribunal. Las víctimas contradijeron, sin embargo, la declaración del acusado, ya que mientras que una de ellas dijo que no vio al autor del atropello, la otra testificó que sí vio a Juan P.R. al volante y que, justo antes del impacto, "se estaba riendo".

 

Con una de estas dos mujeres el acusado mantenía enfrentamientos frecuentes y ella le había denunciado por haber amenazado de muerte a su familia, llegando a ser condenado hasta en tres ocasiones por lesiones y vejaciones hacia la víctima, decretándose una orden de alejamiento que, en el momento del atropello, no era firme al estar recurrida.

 

Ante el tribunal, el médico psiquiatra que atendió al acusado entre 1998 y 2007 aseguró que el hombre tiene diagnosticado un trastorno mixto de la personalidad que provoca que sea "fácilmente irritable" y que pueda responden "impulsivamente" ante ciertos episodios. "Sabe lo que hace, comprende que lo que supuestamente hizo no está bien, pero la capacidad reflexiva en ese momento en concreto no estaba al 100 %", señalaron las forenses en el juicio.

Seis años de cárcel por atropellar a dos vecinas en Vilagarcía