La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, ha acusado este viernes al PP de haber "maltratado con crueldad" a las ahora ex alcaldesas socialistas de Cambados y O Porriño, Fatima Abal y Eva García de la Torre, respectivamente.
La primera de ellas dimitió recientemente de su cargo alegando "motivos de salud" y la segunda, que también había abandonado la Alcaldía, falleció hace unos días por un infarto.
"Que pierdan la esperanza de que a mí me vaya a pasar como a la alcaldesa de Cambados o a la de O Porriño, porque las maltrataron con una crueldad que yo nunca había visto", ha afirmado Silva, en rueda de prensa.
La dirigente socialista ha subrayado que "no hay derecho" a que los populares estén convirtiendo la política "en un basurero" y en un lugar "en el que no se puede vivir".
Carmela Silva ha reiterado que Fátima Abal "tuvo que dimitir" como alcaldesa de Cambados por la "persecución, calumnias, mentiras, amenazas y actuaciones intolerables de todo tipo" y la recién fallecida Eva García de la Torre "también sufrió lo indecible" con "idénticos ataques".
"Eso es lo que está haciendo el PP y lo hace de forma reiterada", ha subrayado Silva, que ha responsabilizado de esta conducta a los principales dirigentes populares, entre ellos Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Rueda y los diputados provinciales.
Ese es un modelo, ha añadido la presidenta provincial, "que no tiene calificativos y que busca destruir al adversario", liderado por el propio Pablo Casado, ha sentenciado.
"Si creen que a mí me asustan están claramente equivocados", ha advertido Silva, que ha asegurado porque ha asegurado que no les tiene "miedo" y "nunca se lo he tenido", a pesar de reconocer que están generando un ambiente "irrespirable".
Estos comportamientos "me refuerzan", ha señalado Silva, que ha retado al PP a que "hagan lo que quieran" porque entiende que "todo el mundo sabe que esta presidenta es intachable".
Durante cuarenta años, ha dicho la presidenta, la Diputación de Pontevedra fue una administración "caciquil, clientelar y que no transformó nada" y, en solo siete años, "no hay quien reconozca a esta provincia".
