viernes. 19.04.2024

Uno de los supervivientes del naufragio del Mar de Marín, Juan Ramón Santiago Torres, ha apuntado que un foco encendido en el costado del mercante Baltic Breeze pudo confundir al patrón del pesquero que, por este motivo, pudo haber realizado una maniobra "extraña" que provocó la colisión.


Los cinco supervivientes del naufragio del Mar de Marín el pasado día 1 en la bocana de la Ría de Vigo, en el que fallecieron cuatro tripulantes y uno permanece desaparecido, han declarado hoy ante la jueza que instruye la causa, a la que han "repetido" el testimonio dado ante la Guardia Civil, según el armador, Francisco Freire. Entonces, dijeron que no escucharon ninguna señal acústica procedente del Baltic Breeze, en contra de lo que manifestó en sede judicial la tripulación del mercante.


El capitán, el segundo oficial y el vigía del Baltic Breeze declararon el pasado día 7 que el buque redujo la velocidad al percatarse de que había riesgo de colisión y que se tomaron otras medidas como señales sonoras y luminosas, aunque no las indicadas en el reglamento de navegación para prevenir abordajes. Santiago Torres ha relatado que desde el Baltic Breeze, que en la noche del accidente se dirigía al puerto de Vigo para cargar automóviles con destino a Argelia, no se lanzaron balsas salvavidas, pues no fueron encontradas posteriormente, y que no detuvo la marcha en ningún momento.


Ha explicado que tanto él como los otros supervivientes sintieron tres impactos, uno fuerte y otros dos más pequeños, que abrieron un boquete "de arriba abajo" y que provocó que el Mar de Marín se hundiese en cuestión de minutos tras inundarse la bodega. Asimismo, ha comentado que ninguno de los tripulantes del arrastrero se había lanzado al mar sino que fueron succionados al hundirse el barco, y que tuvieron que emerger a la superficie, donde se subieron a una balsa y buscaron al resto de compañeros sin éxito hasta ser rescatados por una embarcación de Vigilancia Aduanera.


Por su parte, Francisco Freire, que ha acompañado a los tripulantes en su declaración judicial, ha evitado valorar el testimonio de la tripulación del mercante puesto que "son cosas internas del juzgado". Eso sí, ha manifestado que no echa en falta ninguna medida de seguridad en la Ría de Vigo, donde "es sorprendente que ocurra un accidente tan grave", ha dicho. El armador del Mar de Marín no ha entrado en hipótesis sobre el suceso y se ha remitido al trabajo de la comisión de investigación de accidentes marítimos que depende del Ministerio de Fomento y del propio Juzgado de Instrucción 7 de Vigo, que serán "los que definan y digan lo que ha pasado". Ha insistido en esperar para saber "qué ha pasado para que se produzca un abordaje en la Ría de Vigo, donde las cosas están muy señalizadas".


Asimismo, ha reiterado lo que dijo desde el primer día, que el pesquero contaba con "un patrón experimentado" que estuvo en el puente de mando "hablando con la torre de control" desde que salió del puerto de Vigo tras descargar su mercancía hasta la colisión con el Baltic Breeze. Sobre la situación de la familia de las víctimas, Freire ha dicho que han sufrido un "shock tremendo", más aún en el caso del tripulante que continúa desaparecido. Por ello, ha traslado sus deseos, y los del resto de los supervivientes, de que se encuentre el cuerpo del gallego Manuel Domínguez Mallo. En su declaración judicial, los tripulantes del Baltic Breeze admitieron que realizaron señales luminosas y acústicas indiscriminadas pero no con la cadencia que marca el reglamento internacional para prevenir los abordajes. En el mismo reglamento hay otra medida que la tripulación del mercante también reconoció no haber adoptado: contactar con el pesquero para advertirle de que su rumbo no era el adecuado. Tampoco contactaron con la torre de control de tráfico del puerto de Vigo, ni siquiera cuando oyeron el nombre del Baltic Breeze en la conversación que aquella mantenía con el Mar de Marín y que no entendían porque hablaban en español.

Un foco en el costado del mercante pudo confundir al Mar de Marín