La obesidad infantil y adolescente se convertirá en un problema de salud global aún más grave en los próximos 25 años, según un estudio publicado en The Lancet. La investigación estima que en 2050 habrá más de 745 millones de jóvenes con sobrepeso u obesidad, lo que equivale a uno de cada seis niños y adolescentes en el mundo.
El informe, realizado por el Murdoch Children’s Research Institute (MCRI), revela que la tasa de obesidad en la población de entre 5 y 24 años se ha triplicado desde 1990, lo que evidencia el fracaso de las estrategias actuales para frenar esta epidemia. Si no se toman medidas urgentes en los próximos cinco años, las consecuencias podrían ser devastadoras para la salud y la economía global.
Un problema con impacto a largo plazo
Los expertos advierten que la obesidad en la infancia rara vez se revierte en la edad adulta, lo que aumenta el riesgo de enfermedades como diabetes, cáncer, problemas cardíacos y trastornos de salud mental. Además, este fenómeno podría afectar a futuras generaciones, incrementando la transmisión intergeneracional de la obesidad y sus consecuencias socioeconómicas.
Según el estudio, China, Egipto, India y Estados Unidos serán los países con el mayor número de jóvenes con obesidad en 2050, mientras que Emiratos Árabes Unidos, Islas Cook, Nauru y Tonga tendrán las tasas más altas de prevalencia.
Llamado a la acción: medidas urgentes para frenar la epidemia
Investigadores del MCRI insisten en que los gobiernos deben adoptar estrategias multicomponentes para abordar la obesidad desde distintos frentes:
- Regulación del entorno alimentario, con impuestos a bebidas azucaradas y prohibición de publicidad de comida ultraprocesada dirigida a menores.
- Promoción de hábitos saludables en la infancia, incluyendo programas de educación alimentaria y acceso a comidas saludables en escuelas.
- Transformación del entorno urbano para fomentar la actividad física y estilos de vida más saludables.
“El peso de los niños y adolescentes ha cambiado drásticamente en todo el mundo. No se puede seguir culpando a las personas por sus elecciones; es responsabilidad de los gobiernos generar entornos más saludables”, advierten los expertos.
La lucha contra la obesidad infantil y juvenil requiere medidas urgentes para evitar un futuro en el que la salud de millones de jóvenes se vea comprometida.