Ángel Carracedo, director de la Fundación Gallega de Medicina Genómica, afirmó que predecir "la respuesta" y "los efectos secundarios" de algunos fármacos permite "optimizar" el tratamiento y reducir gastos.
La medicina personalizada ya es una realidad", señaló Carracedo durante una conferencia en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra. Recordó que las agencias reguladoras ya han aprobado 50 biomarcadores en Europa y 80 en EEUU que predicen la respuesta y los efectos secundarios de determinados fármacos. "Algunos de estos biomarcadores se utilizan de forma rutinaria para tomar decisiones sobre el fármaco que hay que emplear y sus potenciales efectos secundarios en enfermedades como el cáncer.
El uso de biomarcadores permite optimizar el tratamiento y reducir los gastos", explicó. En este sentido, Carracedo apuntó que el trabajo realizado por su grupo en otras enfermedades de "muy alta prevalencia", como el autismo, les ha permitido saber "en un 40 por ciento" cuál es su causa genética.
"La lista va en aumento, por lo que es fundamental que los sistemas sanitarios se organicen para trasladar estos marcadores correctamente a su aplicación clínica", comentó, para quien caminamos hacia "un cambio de concepto en el abordaje asistencial". "Actualmente estamos llamando enfermedad a lo que en realidad son síntomas -hipertensión, esquizofrenia, autismo-, pero en un futuro muy cercano hablaremos de genes y alteraciones de mecanismos. Esto nos permitirá estratificar la enfermedad, dividirla en muchas causas y tratar sus signos y sus síntomas de forma personalizada", indicó.