jueves. 28.03.2024

Los compañeros de la gallega Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que superó el ébola tras contagiarse cuidando a un misionero infectado, han dicho hoy a la jueza que recibieron escasa formación sobre la enfermedad y han reconocido sentir "miedo" cuando entraban a atender a los pacientes contagiados.

 

Seis compañeros de Romero estaban citados hoy a declarar ante la titular del juzgado número 21 de Madrid, María Teresa Abad, por la investigación abierta a instancias de una denuncia de 15 médicos del Hospital Carlos III sobre el riesgo que hubo de contagio para los sanitarios en la atención a los misioneros repatriados.

 

A esta denuncia se sumaron como acusación popular los sindicatos AFEM, SAE, CSIF, cuyo abogado, José Luis Muga, ha explicado a los periodistas lo que ha acontecido hoy en el juzgado, pues ninguno de los compañeros de la auxiliar ha querido pronunciarse sobre ello.

 

Muga ha contado que los sanitarios han manifestado a la magistrada que han apreciado una "enorme diferencia" entre la limitada información que recibieron un día antes de que llegara el primer infectado por ébola a España, el sacerdote Miguel Pajares, y la formación que reciben ahora.

 

Según ha detallado el abogado, los compañeros de Romero han señalado que ese día únicamente contaron con una charla de media hora, mientras que en la actualidad reciben formación mucho más completa y de manera periódica.

 

El personal, ha continuado Muga, ha explicado cómo tenían que ponerse y quitarse el traje de seguridad, cómo eran los medios con los que contaban, cuales eran los cuidados que prestaban a los enfermos y cómo destruían después los materiales contaminados. Además, han dicho que no existía un personal especializado que supervisara si se retiraban bien el traje -el momento más peligroso para el contagio- sino que eran unos a otros los que se ayudaban.

 

Muga ha sostenido que deberían declarar también las autoridades del Hospital Carlos III, así como de la Consejería de Sanidad y del Ministerio de Sanidad, ya que "son ellos los que decidieron traer a los enfermos de ébola a España de una forma apresurada y sin que aquí contáramos con los medios y preparación adecuados".

 

Dentro de esta investigación, la propia Teresa Romero explicó a la jueza el pasado 16 de marzo que no recibió formación específica para tratar pacientes con esta enfermedad. La auxiliar se infectó mientras atendía al misionero y religioso español Manuel García Viejo, que había sido repatriado desde Sierra Leona y que murió el 25 de septiembre de 2014.

Compañeros de Romero sintieron "miedo" al atender a contagiados por el ébola