viernes. 19.04.2024

El ginecólogo Moisés Moreira, especialista en reproducción asistida, asegura que "no hay una conciencia de la importancia de la edad a la hora de conseguir ser madre", pese a que cada vez hay madres más mayores y muchas que por esa razón no lo logran, y por ello avisa de que en fertilidad "los 40 no son los nuevos 30" sino que "el momento es ahora".

"Es importante la labor de la educación y la formación continua para transmitir la importancia de la edad a la hora de ser madre", explica el doctor Moreira en una entrevista con Efe, pues "algunas noticias de mujeres conocidas que consiguen un embarazo en edad avanzada transmiten la idea de que no importa la edad porque esa señora lo ha conseguirlo o también tengo tiempo".

Sin embargo, insiste, por encima de los 38 o 40 años la fertilidad disminuye "drásticamente" y de hecho una de cada cinco parejas en edad reproductiva va a tener problemas de infertilidad, avisa este especialista.

"Hay que hablar con honestidad de las posibilidades de éxito para un tratamiento de reproducción asistida, que son prácticamente nulas con 47 años", añade.

De ahí que el momento de abordar esta cuestión sea "ahora, no pueden dejarlo pasar", pues cuando explica en consulta las posibilidades con 42 años "quedan arrasadas, nos dicen: nadie me lo dijo, nadie me lo explicó".

Apela entonces a esa labor de educación cuanto antes, pues aunque no existe un límite legal o edad máxima para un tratamiento de reproducción asistida, se recomienda no superar los 50 años.

Una opción con muchas más posibilidades es congelar los óvulos por ejemplo con 30 años y mantener el potencial de conseguir un embarazo si se van a utilizar con 40. Y es que aunque parezca que por un buen aspecto no pasa el tiempo, por los ovarios "no paran los años", ya que pierden reserva ovárica y calidad.

Entre los motivos por los que existe "muchísimo desconocimiento" sobre la reproducción asistida figura la creencia de que el tratamiento es complejo, duradero y molesto. "Hay que desmitificar esto", plantea el doctor Moreira, de la Clínica Segrelles-Repro MIR, pues "es seguro, no implica riesgos, es breve y hay expectativas reales de éxito".

El proceso comienza por tener interés e ir a consulta, realizar un estudio de fertilidad -analítica, ecografía, análisis del semen- y empezar el tratamiento al inicio de la menstruación, que ocupará cinco minutos al día; después de dos o tres controles y unos doce días se programa la extracción de óvulos con sedación y sin dolor alguno ni molestias posteriores, y al cabo de unos cinco días se introduce en el útero el embrión, igualmente con un procedimiento indoloro.

Para concienciar a los pacientes sobre este proceso invita además a "hablar mucho" con ellos y "quitarles los miedos" que existen en torno a la reproducción asistida, uno de los paneles que centrarán la IV Jornada Galaico-Portuguesa de Reproducción Asistida que este médico organiza hoy y mañana en A Coruña, pues decenas de miles de personas acceden al año a este tratamiento en España.

Cuando hay información hay también una preparación previa sobre las posibilidades reales, pues cuando el resultado es negativo hay que pasar por la fase de aceptación y tristeza, mientras que el positivo genera emociones desbordantes.

Entre las complicaciones para lograr el éxito en estos tratamientos figuran, además de la edad, los ovarios poliquísticos o la endometriosis, y de los avances más destacados el doctor destaca la capacidad de seleccionar embriones genéticamente normales, sanos, en los que se elimina la transmisión de la enfermedad que puedan tener los padres.

Un centenar de médicos especialistas de toda España asisten a esta IV Jornada Galaico-Portuguesa de Reproducción Asistida, una materia que discurre más o menos paralela en ambos países, excepto en la aprobación de la gestación subrogada en la que Portugal "este año ha dado un paso al frente".

"La realidad social en España y Portugal es muy similar", termina el doctor Moreira.

Fertilidad, el momento es ahora