viernes. 29.03.2024

El hospital Povisa de Vigo ha logrado reducir a un 12% la incidencia del delirium en los pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI), frente al 80% de la media en los hospitales españoles, informan fuentes del centro. Tras introducir una serie de cambios en el control del dolor, la sedación o la movilidad, y a la personalización de las visitas y el uso de tabletas, Povisa ha rebajado la incidencia del delirium de un 40% a un 12% gracias a este novedoso protocolo que viene aplicando desde 2017 a más de 1.300 pacientes.

 

El delirium es un síndrome mental orgánico asociado al paso por la UCI que causa trastornos y un aumento de la morbimortalidad en los pacientes, prolonga su estancia y puede provocar una sintomatología de estrés postraumático y afectar a su calidad de vida tras recibir el alta. Sus síntomas son la alteración de la consciencia, deterioro cognitivo global, desorientación, alteraciones de percepción, déficit de atención, disminución o aumento de la actividad psicomotriz, trastornos del sueño y cuadros de agresividad y/o depresión.

 

En el diseño y ejecución de este protocolo han participado la dirección de calidad del hospital, los servicios de anestesiología y cuidados intensivos, enfermería de la UCI, el servicio de rehabilitación y el departamento de informática. En el marco de este protocolo se ha establecido un sistema de cribado para la detección precoz de pacientes con riesgo de delirium, entre ellos los mayores de 65 años, con deterioro cognitivo, demencia previa o consumo de alcohol, entre otros muchos factores. También se ha desarrollado un sistema de alertas por SMS al personal médico y de enfermería tan pronto se detecte un cuadro de delirium en un paciente.

 

El equipo multidisciplinar de Povisa ha implementado distintas herramientas para medir la incidencia del dolor y un sistema de sedación dinámica que varía los niveles de sedación en función de las necesidades del enfermo. Esto permite, siempre que el estado del paciente lo permita, bajar el nivel de sedación durante las visitas de familiares, para que los pacientes puedan interactuar, lo que contribuye a su recuperación. Se han flexibilizado los horarios de las visitas, para mejorar la orientación y la conexión con el entorno de los pacientes, y puesto a su disposición tabletas para que puedan navegar por internet o ver la televisión, a la vez que se les permite hablar por teléfono y usar aparatos de radio o de música con auriculares. El protocolo implantado en Povisa también ha introducido sesiones de fisioterapia dos veces al día y ha modificado las rutinas de la unidad que puedan afectar a los ciclos de sueño de los pacientes.

Povisa reduce a un 12% la incidencia del delirium de pacientes en la UCI