jueves. 18.04.2024

La protagonista de esta triste historia es una mujer de 55 años -cuya identidad no ha trascendido- que llevaba dos años sometiéndose a apiterapia para mejorar las contracturas musculares que sufría y el estrés.

 

La práctica de la misma consiste en presionar la cabeza de la abeja hasta que esta saque su aguijón, y luego clavarlo en el lugar deseado.

 

La mujer fallecida estaba sana y, como demuestra el hecho de que llevara dos años dejándose picar por abejas -en una clínica especializada-, no tenía alergia al veneno de este animal. Esto no fue obstáculo para que, en su última sesión, todo se torciera. Empezó a respirar con dificultad, sufrió disneas y perdió el conocimiento justo después de una de las picaduras.

Primera víctima mortal en España por acupuntura con abejas