El nuevo repunte registrado este miércoles en muertos (757) y nuevos contagios (6.180) indica un cierto estancamiento en el descenso de la curva de la epidemia que, en palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, continúa en una "fase dura" en la que, a pesar de haber logrado el objetivo de estabilizar la presión sobre el sistema sanitario, es indispensable que no se relajen las medidas de confinamiento.
Las cifras que ofrece diariamente el comité de gestión elevan a 146.690 el total de contagiados y a 14.555 el número de muertos, un dato que puede aumentar significativamente teniendo en cuenta que solo en la Comunidad de Madrid, según el Gobierno regional, 4.260 ancianos han fallecido en residencias con algún tipo de sintomatología y únicamente 781 de ellos fueron confirmados con un test y forman parte de la estadística oficial.
La tendencia a la baja que se manifestaba desde hace una semana y que se frenó ayer con el esperado "efecto martes" se mantiene, no obstante, pese al incremento de fallecidos, 757 (5,38%), y de nuevos contagios, 6.180 (4,39%), en las últimas 24 horas. Para tener una imagen más amplia de esa tendencia, el pasado miércoles, cuando los datos sí mejoraron respecto al día anterior, los muertos fueron 864 y los contagios 7.719.
Frente a esa ralentización, fenómeno también observado en China e Italia en este punto del confinamiento, uno de los datos positivos de la jornada es la recuperación de 4.813 pacientes, 48.021 desde el inicio de la crisis, según el parte de Sanidad, que por vez primera no ha incluido el número de ingresados en UCI a la espera de que las comunidades autónomas unifiquen el criterio y ofrezcan las cifras acumuladas.
NÚMERO DE MUERTOS
El Gobierno y las comunidades autónomas tratan de concretar la cifra real de muertos que, de acuerdo con diversos indicadores como el de los enterramientos o el número de fallecidos en residencias de ancianos sin diagnosticar -cada día se conocen más casos-, sería muy superior a la que se está manejando; entre acusaciones de partidos como el PP y Vox de que el Ejecutivo está ocultando las verdaderas dimensiones de la crisis sanitaria.
"Este es un tema muy serio y nosotros no nos engañamos a nosotros mismos", ha dicho en el Congreso el ministro Illa, que se ha defendido frente a las críticas asegurando que "la definición de caso que tenemos en España es de las más exigentes que hay en toda Europa, y toda persona que da un diagnóstico positivo y fallece es considerada un fallecido por coronavirus".
El aumento de test, la puesta en común de los registros civiles y la comparativa de estudios estadísticos permitirá acercarse con más precisión a esa cifra. Entre el 17 de marzo y el 6 de abril, según los datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) en España, al que reportan a diario más de 3.900 registros civiles informatizados, se notificaron 35.673 defunciones, un 51 por ciento por encima de lo esperado.
La jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, María José Sierra, ha asegurado que "en pocos días" podrán conocer el número de ancianos que han fallecido por coronavirus en las residencias o fuera de ellas. Mientras, el Ministerio de Justicia busca nuevas fórmulas para que los registros le comuniquen cuántas licencias de enterramiento han otorgado desde el inicio la pandemia, después de que colapsara la dirección de correo electrónico que había habilitado para ello.
DESESCALADA
Superado el pico de la pandemia, las autoridades sanitarias temen que el confinamiento se vaya relajando paulatinamente. El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, ha subrayado que esta ha sido la "fase dura", pero también la "fase fácil", y ha advertido de que habrá que mantener la tensión y las normas de distanciamiento social adecuadas para evitar en un futuro un repunte de la enfermedad y que vuelva la presión sobre las ucis y el sistema sanitario.
En términos similares, el ministro Illa ha afirmado que, aunque el Gobierno trabaja y piensa en "escenarios de desescalado", sería una equivocación hacer ahora una llamada al "relajamiento". Con la mirada puesta en las próximas semanas, el objetivo de Sanidad es incrementar las pruebas de PCR a un mínimo de 50.000 diarias, frente a las 15.000-20.000 que se hacen en la actualidad.
A pesar de las advertencias y ante la llegada de los días festivos de Semana Santa, numerosas localidades costeras han decidido protegerse para evitar la llegada de visitantes a sus segundas residencias, con controles sobre el consumo de agua y la basura o la instalación de bloques de hormigón en los accesos. Después de los debates de las últimas semanas, la misma jornada en que la UE ha cambiado su postura sobre el uso generalizado de mascarillas en personas asintomáticas -una de las medidas que el Gobierno baraja poner en marcha-, Sanidad ha anunciado que el Ejecutivo va a intervenir ante los precios abusivos sobre ese producto y otros como geles y guantes.
ESTADO DE ALARMA
El Congreso de los Diputados autorizará mañana la prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril, a la que Vox y la CUP se opondrán. Aunque el Gobierno cuenta con una mayoría amplia, con el voto favorable de PP y Cs, se prevé una dura sesión.
La Cámara, nuevamente semivacía, también votará los últimos decretos leyes económicos y sociales, a los que los populares han avanzado que se opondrán. Para disminuir el impacto sobre los trabajadores de sectores como el comercio, el turismo o la hostelería, el Ministerio de Trabajo estudia alargar los ERTE de fuerza mayor más allá del estado de alarma. La situación económica preocupa a la CEOE, que calcula que el PIB caerá entre un 5 y un 9 % 2020 y que habrá entre 500.000 y 900.000 parados más.