viernes. 19.04.2024

Las temperaturas nocturnas que superan la barrera de los 20 grados incrementan la mortalidad en el sur de Europa, según un estudio internacional coordinado por el investigador de la USC Dominic Royé.

El estudio ha detectado que “el calor nocturno excesivo y la duración de las noches con elevadas temperaturas constituyen una causa directa de mortalidad”.

Según los datos recabados en el análisis, las noches calurosas incrementaron la mortalidad, entre los años 2001 y 2014, en un 26 por ciento en Madrid; un 14 por ciento en Bilbao; un 13 por ciento, en Sevilla; y un 6 por ciento, en Barcelona.

“El impacto del entorno térmico sobre la salud, la calidad de vida y el rendimiento de las personas es uno de los problemas de salud pública vinculados al cambio climático global, más delicado”, explica Dominic Royé.

En este sentido, apunta en un comunicado que las altas temperaturas nocturnas pueden producir “estrés térmico prolongado”, hecho que se ve agravado “al impedir que el cuerpo humano descanse durante la noche” lo que puede provocar “alteración y privación del sueño debido a los procesos necesarios de termorregulación”.

El estudio encontró evidencias de que la mortalidad diaria está asociada a temperaturas nocturnas calurosas que superan los 20 grados y, en menor medida, a la duración de esas noches calurosas en todos los países analizados, mientras que es importante resaltar “que el efecto nocturno sobre la mortalidad es independiente de las temperaturas diurnas”. 

Temperaturas nocturnas de más 20 grados incrementan la mortalidad, según la USC