viernes. 29.03.2024

La comisión parlamentaria de Sanidad ha derivado hoy en un tenso debate por el cierre de camas hospitalarias en verano, agravado por una acusación del BNG, grupo que formuló la pregunta, de que se falsean datos para argumentar una medida "lesiva", denuncia que la Xunta ha entendido como muy grave.

 

La nacionalista Montse Prado ha acusado al Gobierno gallego de "revestir de decisiones objetivas" lo que es una "pura" ideología que pasa por desmantelar y "ahogar" a la sanidad pública, y en este sentido ha pedido que se le conteste a cómo el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo entiende que defiende la sanidad pública cerrando más de 1.000 camas durante el período estival de 120 días. Ha mantenido que tal decisión se toma desde la "falsificación" y la "tergiversación de datos", y ha añadido Prado que lo único que se logra con esta política es una mayor dificultad en el acceso a las prestaciones sanitarias por parte de la población gallega y que aumenten las listas de espera.

 

El director general de Asistencia Sanitaria del Sergas, Félix Rubial, le ha aconsejado a Prado que sea cuidadosa con los términos que emplea, porque "usó la palabra falsificación que a mí me parece extraordinariamente grave" y una afirmación "completamente inadmisible". Ha observado que la decisión está bien fundamentada, aunque, como todas, puede no ser del agrado de todo el mundo, lo que no debe llevar en ningún caso a "juicios de valor" y a utilizar opiniones personales. Ha resaltado que tras esta medida hay "argumentos sólidos y robustos" basados en "datos y en la evidencia" y ha recordado que estarán "permanentemente disponibles" el 86% de las camas, una cifra "suficiente" que permitirá "absorber" los picos de demanda que se puedan producir.

 

Además, ha puntualizado que las inhabilitadas estarán en "perfecta disponibilidad" para ser puestas en funcionamiento inmediato si esto fuese necesario en un período en el que "la demanda se reduce cuantitativamente y se simplifica cualitativamente". Montse Prado, en lugar de desdecirse, ha optado por reafirmarse en su posición: "El Gobierno de mi país usa los datos de un modo torticero escondiendo lo que le conviene para justificar sus políticas de privatización y desmantelamiento de la sanidad pública. Así de alto y claro lo digo". La presidenta de la comisión ha llegado a pedirle que retirase la palabra "falsificación" y Rubial ha manifestado que esto "no es una democracia a la búlgara" y le ha hecho ver que "gobernar implica decidir" y que lo único que le acepta es que algunas decisiones pueden crear "malestar".

Tenso debate por el cierre de camas hospitalarias con quejas de falsificación