sábado. 20.04.2024

El alcalde de Santiago de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo, ha confirmado este lunes que los tradicionales fuegos de artificio lanzados cada 24 de julio para celebrar la festividad de Santiago Apóstol dejarán de dispararse desde la emblemática plaza del Obradoiro. Así lo ha explicado el regidor compostelano en la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno de este lunes, en la que el gabinete de la corporación local ha dado luz verde a un nuevo documento para gestionar los usos de determinadas zonas del casco histórico de la capital gallega.

 

Esta medida en concreto, ya anticipada tras las fiestas del pasado verano, responde a una necesidad de proteger el patrimonio de la plaza, dado que la rehabilitación de la catedral compostelana no es “compatible” con esta actividad. Asimismo, el actual emplazamiento de la pirotecnia, el Pazo de Raxoi, no sirve para esta función, puesto que –en palabras de Bugallo- se trata de “casi un crimen intolerable” castigar así al edificio, además de existir cierto riesgo de quemar la estructura de madera que sustenta determinadas zonas.

 

El coste de la reparación de los desperfectos causados por el espectáculo de 2019 asciende a una cantidad de 700.000 euros, razón por la que el alcalde de la capital gallega entiende que “no queda más remedio que ir a otra parte con los fuegos”, aunque ha indicado que todavía no se ha decidido la nueva ubicación. La cercana alameda o el parque de Belvís son alguna de las posibles ubicaciones que maneja el ayuntamiento para celebrar el espectáculo pirotécnico, aunque han asegurado que continuarán las proyecciones de luz y sonido que se han celebrado en tiempos recientes en el Obradoiro.

 

Esta medida es una de las más destacadas del nuevo documento de gestión de espacios de cara al Xacobeo 2021, que recoge pequeñas actuaciones para acondicionar la ciudad de la forma debida ante el aluvión de visitantes que se espera recibir. Entre las actuaciones contempladas está la redacción de un plan de usos de la plaza de A Quintana, cambios en la iluminación, mejoras de accesibilidad y movilidad en zonas céntricas como la plaza de Galicia o la construcción y reforma de baños públicos. El servicio de tren turístico, las horas de acceso para vehículos de reparto al casco histórico o el sistema de recogida de basuras en la zona vieja también se verán afectados por estas medidas.

Adiós a los fuegos del Apóstol en la plaza del Obradoiro