El juicio contra 12 personas acusadas de ocupar el antiguo cine compostelano Sala Yago, en el año 2011, cuando la sala había cerrado en 2007, ha quedado suspendido debido a la renuncia de una de las abogadas que representaba a varios acusados al no estar conforme con la línea de defensa que pretendían sus patrocinados. Tras abordarse este recurso de la letrada como cuestión previa del juicio, la vista ha quedado aplazada para el 13 de marzo de 2017, a las 9:30 horas, teniendo los acusados cinco días de plazo para buscar un nuevo abogado, sino se les ofrecerá un abogado de oficio.
Los doce acusados -uno de ellos internado en la prisión de Teixeiro- se enfrentan a 18 meses de prisión por un delito de usurpación de inmuebles. Pero dos de los encausados procesados, Mario F. e Iria B. se enfrentan además a otros tres años de prisión por supuesta tenencia ilícita de explosivos, que se encontraron cuando fueron desalojados del inmueble que se encuentra en pleno centro histórico compostelano, en la rúa do Vilar.
El escrito de la acusación relata que estas dos personas, para las que en total se piden cuatro años y medio de prisión "contribuyeron en la disposición en la parte superior del edificio, en las inmediaciones de los balcones, de tirachinas, adoquines, trece botellas de plástico con una capacidad de entre 1,5 y 2 litros cada una llenas de bolas de aluminio, salfumán o aguafuerte y lejía, además de ocho extintores de incendios".
Explica el auto que "la combinación del aluminio introducido en las botellas y el aguafuerte generan en envases cerrados el denominado cóctel McGyver, con un efecto explosivo en pocos segundos al generar una enorme cantidad de gas hidrógeno, dando ocasión a un estallido que libera restos de ácido clorhídrico que puede impregnar a las personas que se encuentren en las inmediaciones, ocasionando quemaduras, dermatitis, irritaciones severas de los ojos y dificultades respiratorias", así como la incorporación de lejía, que "en la mezcla produce su expansión en forma de vapores tóxicos de gas cloro, que resulta corrosivo para los ojos, la piel y el tracto respiratorio, con reacciones asmáticas, neumonitis y edema pulmonar".
Desde las nueve de la mañana se concentraron en las puertas de los juzgados compostelanos medio centenar de personas en apoyo a los encausados, para los que piden la libre absolución al entender que la okupación se correspondía con una reclamación justa para demandar el uso del inmueble abandonado. En esta protesta participaron la concejal de Compostela Aberta, Concha Fernández, el portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Santiago, Rubén Cela, y la diputada de En Marea, Eva Solla.
A pesar de no haberse llegado a celebrar la vista, esta mañana se han vivido momentos tensos en los juzgados compostelanos, sobre todo con la llegada de uno de los acusados, Adrián Mosquera Pazos, alias 'Senlheiro', que cumple condena en el penal de Teixeiro al haber sido condenado a siete años de prisión por tenencia de explosivos, supuestamente para Resistencia Galega. No obstante, el encausado fue absuelto por la Audiencia Nacional en 2013 de pertenencia a banda terrorista. En cuanto la policía subió a este acusado a la sala del juicio, las decenas de personas que se concentraban en los pasillos se abalanzaron para recibirlo, algunos entre lágrimas, con sonoros silbidos y aplausos.
En las inmediaciones de los juzgados compostelanos esta mañana había una pancarta dirigida a esta persona, en la que se podía leer 'Tú estas preso por luchar por todas. Luchemos todas por que quedes libre, Senlheiro Libertad'. Además de las penas de prisión también se reclama que todos los acusados indemnicen solidariamente a los dueños de la Sala Yago con 1939,92 euros. Ayer, un grupo de personas, entre ellos algunos de los acusados, se concentraron ante el antiguo cine para reclamar la absolución y el archivo de este caso que, en su opinión, fue "desproporcionado".
Recordaron que el 18 de noviembre de 2011 un grupo de personas, "durante seis días" intentó volver a llenar de contenidos culturales la sala, que "se acondicionó y limpió" tras años cerrado, con el objetivo de construir "un proyecto alternativo en la ciudad de Compostela". Durante esos días, un grupo de personas se instaló en el edificio del antiguo Cine Yago y colgaron una pancarta en la que se leía 'Okupa y resiste'.
