El alcalde en funciones de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, y el regidor electo, Xosé Sánchez Bugallo, han escenificado este jueves junto a sus equipos de Gobierno el traspaso de poderes en el Pazo de Raxoi, el primero de una serie de encuentros que mantendrán hasta la sesión de investidura del próximo 15 de junio.
La reunión ha sido muy breve -unos treinta minutos- y ha servido para que el Gobierno saliente haga entrega al entrante de informes de la situación de 22 áreas municipales; está previsto que los responsables de cada sección los repasen y, tras una reunión del grupo municipal socialista el próximo lunes, se organicen reuniones bilaterales entre los concejales para aclarar las posibles dudas.
"Uno le tiene que ofrecer a los demás lo que le hubiera gustado tener para él; la ciudad está por encima y, por higiene democrática, debemos dar todo tipo de información sobre la tramitación de expedientes en todas las áreas, para que los concejales del futuro Gobierno lo tengan en cuenta", ha explicado Noriega en declaraciones a la prensa al término de la reunión. En este sentido, el alcalde en funciones ha destacado que su equipo y él pretenden ser "ejemplares" con el traspaso de poderes, que ha comenzado con una reunión "cordial, más allá de cualquier posición prefijada".
"Hemos entregado un volumen muy importante de informes, creo que ocupan cuatro o cinco veces más que lo que nos dieron hace cuatro años, que eran unas carpetillas", ha zanjado Noriega. Por su parte, Bugallo ha señalado que la reunión "se inscribe en la más pura normalidad democrática", toda vez que el Gobierno saliente "entrega una documentación al que, presumiblemente, será el Gobierno entrante", en un proceso en que se están dando "los pasos que se deberían dar en cualquier transmisión de poderes".
"Hasta el momento estamos ante una absoluta corrección democrática, si el proceso es modélico o no lo diremos al final, a día de hoy no tengo ninguna queja", ha asegurado el alcalde electo, quien ha precisado que "todavía no ha habido tiempo para revisar la documentación", que será examinada por los concejales a lo largo del fin de semana. El vencedor de las elecciones municipales ha bromeado con que espera que "todo siga en su sitio" -con respecto a 2011, cuando abandonó la alcaldía-, tras lo que ha confesado que todavía no ha visto el despacho que ocupó durante tantos años.