30 de marzo de 2023, 18:18
Una pareja ha sido condenada a penas de prisión por apropiarse de casi 112.000 euros de una vecina del municipio coruñés de Teo de edad avanzada que vivía sola y que no tenía familia, informa este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG).
La sentencia de la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, ha impuesto a un hombre una pena de tres años y medio de cárcel por el delito de apropiación indebida agravado por el valor de lo defraudado y por abuso de relaciones personales con la víctima, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.
Asimismo, el citado órgano judicial ha condenado a su esposa, como cooperadora necesaria, a una pena de dos años de cárcel, señala el TSXG.
El tribunal considera probado que la víctima tenía "un trato similar al familiar" con el acusado, a quien conocía desde su nacimiento, y confiaba en sus "capacidades y competencias".
La víctima, según la sentencia, lo designó como autorizado en sus cuentas para que pudiese realizar las operaciones necesarias para la administrar el dinero, circunstancia que el hombre aprovechó para apoderarse de los fondos.
La pareja, de común acuerdo, "sin el conocimiento de la víctima y con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito", decidió "retirar dinero de esas cuentas e incorporarlo a su patrimonio, con el fin de satisfacer gastos de la familia y de pagar deudas del negocio", según la sentencia que aún no es firme ya que alguna de las partes puede presentar recurso.
La sentencia de la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, ha impuesto a un hombre una pena de tres años y medio de cárcel por el delito de apropiación indebida agravado por el valor de lo defraudado y por abuso de relaciones personales con la víctima, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.
Asimismo, el citado órgano judicial ha condenado a su esposa, como cooperadora necesaria, a una pena de dos años de cárcel, señala el TSXG.
El tribunal considera probado que la víctima tenía "un trato similar al familiar" con el acusado, a quien conocía desde su nacimiento, y confiaba en sus "capacidades y competencias".
La víctima, según la sentencia, lo designó como autorizado en sus cuentas para que pudiese realizar las operaciones necesarias para la administrar el dinero, circunstancia que el hombre aprovechó para apoderarse de los fondos.
La pareja, de común acuerdo, "sin el conocimiento de la víctima y con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito", decidió "retirar dinero de esas cuentas e incorporarlo a su patrimonio, con el fin de satisfacer gastos de la familia y de pagar deudas del negocio", según la sentencia que aún no es firme ya que alguna de las partes puede presentar recurso.