El Juzgado de lo Penal número uno de Santiago de Compostela ha acogido hoy la vista oral del caso de la ocupación de los antiguos cines compostelanos Sala Yago, en el que nueve de los doce encausados han alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía para reducir sus penas y evitar así la cárcel.
Los acusados se enfrentaban a un delito de usurpación de bienes inmuebles, por el que el Ministerio Público solicitaba año y medio de prisión, conmutado ahora por una multa diaria reducida de 6 euros por persona durante dos meses. Asimismo, dos de los investigados estaban acusados, adicionalmente, de un delito de tenencia ilícita de explosivos, después de que se encontrasen en el inmueble materiales inflamables utilizados habitualmente como ingredientes para el conocido como "cóctel MacGyver".
Estas personas también han aceptado los hechos que se les imputan, por lo que podrán evitar la cárcel al no contar con antecedentes penales y después de reducirse la petición de la Fiscalía de 3 años a 18 meses de prisión. El juicio por los hechos acontecidos en la Sala Yago entre el 18 y el 25 de noviembre de 2011 ha atravesado un aluvión de problemas técnicos durante su desarrollo en el día de hoy, que ha provocado un retraso cercano a las dos horas en su comienzo y la suspensión provisional de la vista antes de que pudiesen declarar la totalidad de los acusados. Una hora después de esta pausa, tras la reanudación del proceso, han terminado de prestar declaración los acusados y uno de ellos ha roto el acuerdo de conformidad que previamente había esgrimido su defensa al no reconocer los hechos que le imputaba la Fiscalía.
Así pues, el Ministerio público demanda para esta persona la misma pena que para los otros dos encausados que han defendido su inocencia en este litigio: año y medio de prisión y una multa diaria de 20 euros durante seis meses. Uno de los acusados ha argumentado que se encontraba en el inmueble en el momento de su desalojo con motivo de su profesión como periodista, ya que estaba preparando una pieza sobre movimientos sociales y activismo en Santiago de Compostela durante ese período.
El otro, conocido con el sobrenombre de "Senlheiro" y que ha comparecido por videoconferencia por estar actualmente en prisión por un delito de tenencia ilícita de explosivos, ha expuesto que su presencia en la Sala Yago se limitaba a motivos de ocio y que no tomaba parte de ninguna forma en la organización.
En la vista celebrada esta mañana han comparecido varios testigos de los cuerpos policiales, que han detallado su rutina de vigilancia de la zona y las inspecciones llevadas a cabo, pero que, sin embargo, non han podido aclarar de forma fehaciente cómo se produjo la entrada de los efectivos en el inmueble. Según las declaraciones efectuadas por los agentes, las principales entradas estaban bloqueadas y se vieron obligados a entrar por las ventanas de los balcones, algo que no se recoge en el atestado.
Ese ha sido uno de los puntos a los que se ha aferrado parte de la defensa para solicitar la libre absolución de "Senlheiro", puesto que -ha afirmado- no existe "prueba de cargo" de que su presencia en el edificio durante el momento del desalojo sea únicamente achacable a su condición de organizador de la ocupación, sino que podría haber accedido en calidad de "usuario" del habilitado como centro sociocultural. El alegato de las defensas se ha centrado en incidir sobre la falta de pruebas incriminatorias contra todos aquellos acusados que no aceptan el escrito de conformidad y en denunciar, además, que no existía "voluntad de permanencia" alguna en la ocupación.
Por su parte, la fiscal ha tachado de "rocambolesca" e "inverosímil" algunas de las versiones ofrecidas por los encausados, cuya presencia en la Sala Yago en el momento del desalojo ve achacable solamente a que formaban parte de la organización, ya que en ese momento -sobre las 11:00 horas- no se programaba ningún tipo de actividad. Superadas las tres de la tarde, el juez de la Sala de lo Penal número uno de Santiago de Compostela ha decretado que el caso queda visto para sentencia.
Antes de la celebración del juicio, en lo exteriores del juzgado alrededor de medio centenar de personas mostraban su apoyo a los acusados tras la pancarta "Absolución para los encausados de la Sala Yago. No a la criminalización de los movimientos sociales". Entre los apoyos estaban el viceportavoz de En Marea en el Parlamento, Antón Sánchez y el portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Santiago, Rubén Cela.