El PP ganó por un margen mínimo las municipales de 2011 y situó en la jefatura del gobierno de Santiago a Gerardo Conde Roa, que, tras desbancar a Xosé Sánchez Bugallo, duró en el puesto diez meses, y su relevo lo cogió Ángel Currás, al que ahora sustituirá el conselleiro Agustín Hernández.
Gerardo Conde Roa, feliz por cambiar la tendencia de tres décadas de gobiernos socialistas, prometió en su toma de posesión, el 1 de julio de 2011, austeridad y muchos cambios.
Pero el 4 de abril de 2012 trascendió que la Fiscalía, tras una denuncia de la Agencia Tributaria, se querelló contra él por defraudar a Hacienda hasta 291.000 euros del IVA de la venta de unas viviendas de su promotora inmobiliaria, hecho por el que al final dejó el bastón de mando, aunque tardó en dar su brazo a torcer.
Se fue el día 16 de ese mismo mes y en octubre de 2013 se supo que era condenado, pero antes consiguió que con su puesto se quedase Ángel Currás, un apellido que en la política gallega solo se conocía por su hermano, Celso Currás, quien fue responsable de Educación en la etapa del fallecido Manuel Fraga como presidente de la Xunta de Galicia.
Ángel Currás, nacido el 2 de diciembre de 1954, es doctor en Ciencias Biológicas y catedrático de Enseñanza Secundaria en el Instituto Arcebispo Xelmírez I de Compostela.
Fue administrador del proyecto de la capitalidad europea de Santiago en el 2000 y desde ese año hasta 2005 director de la Fundación Ciudad de la Cultura, siendo el conselleiro del ramo Xesús Pérez Varela, y cuando este contenedor cultural del Monte Gaiás todavía se encontraba en fase de construcción.
Gerardo Conde Roa lo consideraba un amigo, su hombre de confianza y una persona de gran valía, de las que crean un excelente ambiente laboral.
Hoy, 9 de junio de 2014, se ha visto Ángel Currás en la misma tesitura que su predecesor, Conde Roa, actualmente imputado en la operación Pokemon por prevaricación, cohecho y tráfico de influencias.
Ángel Currás, imputado también por la presunta comisión de un delito de tráfico de influencias en el marco de la operación Pokemon, que persigue desmontar una presunta trama corrupta de contratas públicas, e inculpado en otra causa por supuesto acoso a un policía local, ha anunciado que se va, una marcha que no obedece a estos motivos.
Esta comunicación sucede a la dimisión por imperativo legal de siete concejales acusados de prevaricación tras haber acordado en una junta de gobierno celebrada el 30 de mayo de 2013 pagar con fondos públicos la defensa de Adrián Varela en la operación Pokemon.
Pese al acuerdo adoptado, no se hizo desembolso alguno y este político, imputado por falsedad documental, tráfico de influencias y cohecho, costea su defensa con sus medios por decisión propia y tras el revuelo que se montó después de plantear él mismo el abono con cargo al erario público.
Adrián Varela dejó de manera voluntaria el gobierno, al igual que su compañera Rebeca Domínguez, responsable de Juventud y Normalización Lingüística, e imputada también en la operación Pokemon por tráfico de influencias.
En total, nueve bajas en un plazo de diez días.
Ángel Currás ha señalado en una conferencia de prensa celebrada esta tarde que su paso él lo da ante una situación excepcional que requiere de una decisión a la altura, y ha expresado que el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, es la persona idónea para recoger el testigo y encargarse de la renovación.
Agustín Hernández Fernández de Rojas (Madrid, 1961) es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid en la especialidad de Cimientos y Estructuras.
Es funcionario del Cuerpo facultativo Superior de la Xunta de Galicia y cuenta con el diploma de Directivo de la Escola Galega de Administración Pública (EGAP).
Inició su actividad profesional en 1987 y desempeñó diversas funciones técnicas en la empresa Cubiertas y MZOV SA y en 1992 accedió al puesto de ingeniero en funciones facultativas de la Xunta de Galicia, donde, en 1994, fue nombrado jefe de Servicio de Construcción de la Subdirección General de Infraestructuras Hidráulicas, cargo del que pasó, en ese mismo año, a ser subdirector.
En 1996 fue nombrado jefe del departamento de Gestión del Dominio Público Hidráulico de Augas de Galicia y, a partir de 1998, ejerció como director general de Obras Públicas de la Xunta.
Tras su regreso al sector privado, en empresas del sector de la construcción, como Sercoysa Proxectos e Obras SA o el Grupo Puentes, en 2008 regresó a la administración pública como director de Infraestructuras de la Diputación de Pontevedra y un año después fue nombrado conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras de la Xunta de Galicia, cargo que ocupa en la actualidad.
Desde enero de 2013, es vicesecretario general del PPdeG y su próxima encomienda será la de alcalde de la capital gallega.