La investigación sobre el atropello mortal en el barrio de Conxo, Santiago, apunta a un acto intencionado por parte del conductor, según las marcas de neumáticos y las declaraciones de los detenidos.
Al parecer, el conductor, hijo del propietario de una conocida empresa de grúas de Santiago de 30 años y su novia de 27, vecina de Ribeira, admitieron querer asustar a la víctima, debido a problemas previos con unos pinchazos en una de las grúas que un empleado aparcaba todas las noches delante de la casa de la víctima.
La hipótesis que se maneja es que el hijo del propietario de la empresa de grúas decidió hacer una guardia por la noche para descubrir quién estaba pinchando las ruedas de uno de sus vehículos.
La empresa había sufrido repetidos pinchazos, y el empleado sugirió guardar la grúa en un almacén para evitar más daños, pero el propietario se negó y decidió vigilar el vehículo personalmente.
El hijo de empresario se habría ocupado de hacer la espera junto a su pareja y cuando observaron cómo la víctima se acercaba a la grúa mientras interactuaba con su perro, presuntamente, creyeron que la víctima era la responsable de los pinchazos, lo que llevó a un trágico malentendido que resultó en el atropello mortal de la víctima.
La investigación está en curso para esclarecer los detalles exactos del incidente.
La investigación incluirá análisis de ubicaciones y comunicaciones de los arrestados para determinar la relación previa con la víctima y esclarecer el motivo del ataque.
La pareja se acogió a su derecho a no declarar en comisaría y la decisión judicial será crucial para determinar el delito y prisión preventiva.