jueves. 18.04.2024

El jurado popular ha coincidido, por unanimidad, en que la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra son culpables del asesinato de su hija adoptiva Asunta, la cual fue encontrada sin vida en una pista forestal coruñesa en la madrugada del 22 de septiembre de 2013. El dictamen, del que se ha informado esta mañana en los juzgados compostelanos, se basa en que los dos acusados mataron a la pequeña de 12 años dando cumplimiento a un plan "concordado" entre ambos.

 

Los cinco hombres y cuatro mujeres que integran este órgano del jurado popular, y que empezaron a deliberar el pasado lunes, han coincidido en que la víctima, una niña, no tuvo posibilidad alguna de defenderse. También han concordado los jurados en que no han encontrado "hechos no probados" y en mostrarse, asimismo, no favorables al indulto ni tampoco a la suspensión de la pena.

 

Han estimado que los padres de Asunta suministraron a esta cría repetidamente, desde al menos tres meses antes de su deceso, un medicamento que contenía Lorazepam y que Alfonso Basterra retiró al menos en tres ocasiones de un despacho farmacéutico, y han destacado que estas adquisiciones siempre coincidían con los episodios de sedación de la menor, relatados por varios testigos en este juicio. En su declaración, Alfonso Basterra admitió dichas compras pero insistió en que los fármacos que compró siempre eran para su mujer.

 

El jurado ha coincidido, no obstante, en que Rosario y Alfonso comieron con Asunta el 21 de septiembre de 2013, día de su muerte, y le suministraron una elevada cantidad de medicamento que contenía el principio activo del Lorazepam, con conocidos efectos sedantes, para posteriormente, cuando le hiciese efecto, proceder a la asfixia. Creen los jurados que después de las seis y cuarto de la tarde de esa jornada, Rosario Porto llevó a Asunta a la casa familiar de Teo, utilizando su Mercedes Benz, y que en un momento comprendido entre las seis y media y las ocho, los dos asfixiaron a su hija por medio de la compresión, la cual le aplicarían sobre la boca y la nariz.

 

Los miembros del jurado han dado una especial relevancia a la declaración de una testigo que contó que en la tarde de los hechos vio a la víctima acompañada por su padre en la calle, y consideran que, tras ello, "no hay nada que nos indique que (Alfonso) regresó a su domicilio". En este sentido, en la lectura del veredicto, se ha apuntado que ninguna grabación del coche en el que van Rosario y Asunta hacia Teo muestra "los asientos traseros", por lo que no descartan "que fuese Alfonso en él".

 

Piensan los jurados que Rosario y Alfonso ataron a la niña, nacida el 30 de septiembre del año 2000, por los brazos y los tobillos, por medio de cuerdas plásticas de color naranja, y que ésta "no pudo defenderse de modo efectivo" porque estaba bajo los efectos del mencionado ansiolítico, que su madre tomaba, puesto que consumía Orfidal. Para el jurado resultó relevante que, cuando Rosario Porto, en la noche de los hechos, acudió con los agentes a su casa de Teo, quisiese ocultar el contenido de la papelera, donde había una cuerda naranja similar a la localizado en la pista, y que Alfonso Basterra respondiese al respecto de la misma sin ser preguntado por ello.

 

Alfonso Basterra y Rosario Porto, que eran los únicos acusados del asesinato de su única hija, en el transcurso de la vista oral que se extendió durante un mes, se declararon siempre inocentes y repitieron, una y otra vez, que la pequeña era lo que más querían en el mundo. Los dos declinaron, en la última sesión de este juicio, hace justo hoy una semana, hablar en el alegato final y, en el caso de Alfonso Basterra, rechazó tal opción con un tajante "nada que decir".

 

En la sesión de hoy, a la que han asistido los padres que fueron trasladados desde el penal coruñés de Teixeiro en el que permanecen internos desde septiembre de 2013, ambos se han mostrado bastante impasibles. El Ministerio Público se ha mantenido en los 18 años de cárcel para ellos, teniendo en cuenta los agravantes de parentesco y abuso de superioridad.

 

El fiscal asignado a este caso, Jorge Fernández de Aránguiz, ha demandado que Alfonso Basterra y Rosario Porto continúen en la cárcel hasta el fallo, puesto que ahora hay "mayor riesgo de fuga". El abogado Ricardo Pérez, de la asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular, ha asegurado que con el veredicto de culpabilidad conocido hoy "se ha hecho justicia". Esta acusación ha demandado 20 años de cárcel y ha recordado que la víctima tuvo su "desvanecimiento", el que la llevó a la muerte, en el ámbito familiar.

 

El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que se ocupa de la representación legal de Rosario Porto, ha anunciado que "recurrirá hasta la última instancia", puesto que, pese a que el jurado popular haya acordado por unanimidad declarar a su cliente culpable, éste sigue "proclamando a ultranza" su inocencia. A su salida de los juzgados, Gutiérrez Aranguren ha confesado que Rosario Porto está "en shock" y ha manifestado igualmente la "incredulidad compartida" de ambos ante tal resolución, al considerar que la misma y la prueba "están absolutamente discordantes y no encajan en absoluto".

 

La abogada Belén Hospido, que defiende a Alfonso Basterra, ha rechazado la circunstancia agravante de alevosía y ha matizado que no se puede hablar de asesinato, en todo caso tendría que dirimirse un homicidio. Los dos letrados han demandado la libertad provisional para los padres de Asunta, que están divorciados, hasta que haya una sentencia firme. Ahora será el juez el que, en base al veredicto del jurado y teniendo en cuenta las conclusiones finales de las partes, redacte la sentencia, que podría demorarse varias semanas.

El jurado declara a los padres de Asunta culpables de su muerte violenta