Los investigadores tratan de averiguar quien colocó el ordenador de Alfonso Basterra en su vivienda. Aseguran que no estaba allí en los registros anteriores, de los que existen pruebas gráficas.
Si finalmente descubren que fue una tercera personas quien dejó allí el ordenador, podría enfrentarse a una pena de tres años de prisión por delito de encubrimiento.
Ahora la investigación se centra en recuperar y analizar el portátil. Un trabajo que deberá ser exhaustivo ya que algunos medios señalan que el ordenador tiene borrados todos los archivos.
Los expertos tratarán de recuperarlos ya que consideran que podrían revelar datos importantes para la investigación.
El teléfono móvil y el ordenador aparecieron sorprendentemente el lunes pasado en el tercer registro del piso de Alfonso Basterra.
