La asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular en la causa abierta por el crimen de Asunta, se opondrá a cualquier hipotética petición de libertad para los padres de esta menor, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, con el fin de no demorar el juicio.
Esta organización que vela por los derechos de la infancia ya recurrió en tres ocasiones la solicitud de excarcelación, posición que mantendrán todas las veces que sea necesario para así evitar que se produzca un retraso que podría llegar hasta los tres años, ha dicho en una conferencia de prensa en Santiago la presidenta, Blanca Estrella. Si los progenitores de la víctima siguen en el penal de Teixeiro, en el que se encuentran desde el 27 de septiembre de 2013 en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza, este juicio podría celebrarse a finales del verano.
La instrucción está pendiente del informe de las llamadas del móvil de Asunta y las entrantes y salientes del domicilio de Teo (A Coruña), situado a escasos kilómetros del talud sobre el que se localizó el cuerpo, así como de la repetición de una declaración por fallos técnicos. Se trata del testimonio del camarero que el 21 de septiembre del año pasado atendió en un restaurante madrileño a un hombre que llegó a estar imputado por coincidir su perfil genético con el de la mancha de semen localizada en la camiseta de la cría. Un informe científico respaldó la tesis de los investigadores de que se había producido una contaminación en el laboratorio.
El abogado y delegado de Clara Campoamor en Galicia, Ricardo Pérez Lama ha señalado en Santiago que está "a punto de concluir" la instrucción, algo para lo que ha puesto fecha, "a finales de mayo o principios de junio". Los representantes de esta asociación han subrayado que "Asunta no tiene a nadie más que a Clara Campoamor". Asunta Basterra Porto fue encontrada sin vida en la madrugada del 22 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo, un municipio cercano a Santiago de Compostela. La teoría que se barajó desde un principio es que los culpables son los padres de la víctima.