En endocrinólogo Felipe Casanueva abogó por una "gran alianza" de la sociedad contra la obesidad, que afecta a una cuarta parte de la población adulta en Galicia, y por fomentar hábitos de vida saludables. Casanueva, presidente de un grupo de expertos en Galicia sobre el tratamiento de la obesidad grave, indicó en una entrevista a Efe que "la epidemia de obesidad es tan grande que en estos momentos es imposible que los médicos o los profesionales de la salud por sí solos puedan pararla".
Así, abogó por una amplia "campaña de prevención de la obesidad infantil", por la eliminación de la distribución de bebidas azucaradas y de bollería industrial en todos los centros educativos, hospitales y centros públicos, además de por controlar los menús y "concienciar a los padres", que "a menudo lo minimizan". Según un reciente estudio de la Sociedad Española de Cardiología, un 24,9% de la población gallegas es obesa y un 43,5% tiene sobrepeso, frente a un 21,6% y 39,3% en el conjunto de España.
Casanueva, organizador de un simposio sobre el tratamiento de casos de obesidad grave, que se celebra en Santiago de Compostela, señaló que "Galicia está ligeramente por encima de las tasas españolas" y destacó también el avance de la obesidad infantil, que pese a que "es más difícil de calibrar", calculó que "puede oscilar entre un 15 y un 18%". El endocrinólogo advirtió de que "si toda la sociedad no toma conciencia del problema de esa gran amenaza que para la población española es la obesidad, no podremos luchar".
Destacó que aún no son suficientemente conocidas las causas, pero subrayó que hay factores como el consumo de alimentos con "excesivas calorías" o la "falta de ejercicio". Pero apuntó que eso no explica por qué en el norte de Estados Unidos o de China tengan "más obesidad" que el sur de ambos países, por lo que opinó que "puede haber otros factores". Sin embargo, advirtió de que "la obesidad no puede atribuirse a una falta de voluntad de los pacientes, como muchos creen, hasta el punto de culpabilizarlos".
Casanueva ahondó en que "ningún fármaco para el tratamiento de la obesidad está subvencionado" por lo que los pacientes deben asumir su coste, y consideró que esos pacientes deben ser considerados víctimas de una enfermedad que requiere que la sociedad "ponga los recursos necesarios para ayudar a esa persona a salir de la cárcel de la propia obesidad".
Afirmó que se trata de "un problema grave que pone en peligro la salud y la vida de los pacientes" y destacó que "cuando alcanza un determinado grado, ni con toda su voluntad puede salir de ello, porque está atrapado en un círculo vicioso en el que supone que más peso conlleva menos actividad y menos vínculos sociales", lo que puede llevarle a requerir atención médica. Por su parte, el conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuíña, al ser preguntado por la elevada incidencia de la obesidad en Galicia, reconoció que "está algún punto por encima", pero puntualizó que "es una tema del mundo occidental".
El conselleiro abogó por la "prevención", especialmente en el ámbito educativo, pero también por tomar medidas con la industria, aunque no especificó. Vázquez Almuíña consideró necesario una "equilibrio" en hábitos de vida saludable como ejercicio físico y alimentación, y alabó la "dieta atlántica".