Australia marca un precedente global al aprobar una ley que prohíbe el acceso a redes sociales a menores de 16 años, imponiendo fuertes sanciones a las plataformas que incumplan. La normativa, pionera en el mundo, fue respaldada este jueves por el Senado con 34 votos a favor y 19 en contra. A diferencia de otras iniciativas, la ley australiana pone el foco en las tecnológicas como Meta (dueña de Facebook e Instagram) o TikTok, que enfrentarán multas de hasta 30 millones de euros por no garantizar que sus usuarios cumplan con los requisitos de edad.
Una medida estricta y sin precedentes
El texto, que debe volver a la Cámara Baja para aprobarse definitivamente tras algunas enmiendas, entrará en vigor dentro de un año y será retroactivo. Esto significa que, además de bloquear nuevos registros, se eliminarán las cuentas actuales de menores de 16 años. Sin embargo, no todas las plataformas están afectadas: servicios como YouTube, considerados de «bajo riesgo», quedan exentos.
Críticas y tensiones
Desde su presentación el pasado 21 de noviembre, el proyecto ha generado controversia entre gigantes tecnológicos y defensores de derechos humanos. Empresas como Google y Meta han solicitado más tiempo para implementar sistemas de verificación de edad, mientras que X (antes Twitter) cuestiona la legalidad de la norma, alegando posibles conflictos con regulaciones internacionales y tratados de derechos humanos.
El Partido Verde, a través de David Shoebridge, calificó la ley como «defectuosa y peligrosa». Según el senador, podría tener un impacto negativo en jóvenes vulnerables, como aquellos pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ en áreas rurales, quienes encuentran en estas plataformas un espacio de apoyo. Además, alertó sobre los riesgos para la privacidad de los usuarios, ya que las plataformas deberán recopilar datos personales para verificar las fechas de nacimiento.
Un modelo global en debate
Con esta normativa, Australia se suma a países que también han adoptado restricciones, aunque menos severas. Por ejemplo, España aumentó recientemente la edad mínima para registrarse en redes sociales de 14 a 16 años, mientras que en Estados Unidos, regiones como Nueva York y Puerto Rico han avanzado en medidas similares.
La aprobación de esta ley plantea interrogantes sobre cómo equilibrar la protección de menores con el respeto a derechos fundamentales, convirtiendo a Australia en el centro de un debate global sobre el futuro de las redes sociales y su impacto en la sociedad.