viernes. 19.04.2024

La utilización del teléfono móvil se ha convertido en una de las principales fuentes de conflictos familiares, según un estudio elaborado entre unos 50.000 adolescentes en España, de los cuales unos 3.000 gallegos, elaborado por iniciativa de la organización internacional Unicef.

Esta es una de las conclusiones del informe titulado "Impacto de la tecnología en la adolescencia en Galicia" de Unicef, elaborado con la colaboración de la Universidad de Santiago de Compostela y el Consejo General de Colegios de Ingeniería en Informática.

Uno de los autores del estudio, el profesor de Psicología de la USC Antonio Rial, especialista en Ciencias del Comportamiento, indicó en una conferencia de prensa que el uso de ese tipo de tecnologías por parte de los adolescentes se ha convertido en una fuente de discusiones en los hogares que "afecta a la convivencia".

Apuntó que si bien la incidencia en Galicia es menor, hay varios problemas relacionados con el uso de dispositivos móviles que llegan incluso a los más graves como ciberacoso y depresión.

Rial expuso los resultados del informe, acompañado de la coordinadora de Unicef en Galicia, Irene Marín, y del presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Ingeniería en Informática, Fernando Suárez, en la Facultad de Psicología de la USC.

La representante de Unicef en Galicia cuestionó si el elevado número de horas que los adolescentes invierten en los dispositivos móviles lo detraen de otras actividades.

En ese sentido preguntó si los adolescentes usuarios de esas tecnologías "hacen menos deporte, pasean menos, leen menos" o dejan de lado otras actividades enriquecedoras para un desarrollo emocional, físico y social integral.

Marín abogó por un "uso responsable, equitativo y saludable" de los dispositivos móviles y de las redes telemáticas, y exhortó a "implicar a los centros educativos" para fomentar una "educación en valores".

Asimismo, alentó a las administraciones públicas a elaborar planes para incluir esas herramientas con contenidos y programas adecuados, dotados de "recursos humanos y presupuestarios", y reclamó a las empresas privadas del sector tecnológico que fomenten una "navegación segura" con el fin de facilitar que los jóvenes "conozcan las herramientas para actuar en casos de abuso".

Por último, observó que el estudio muestra que uno de cada tres jóvenes "usa los dispositivos cuando come o cena" y cuestionó que los padres no ejerzan una "supervisión parental", especialmente en el uso de algunos videojuegos.

Por su parte, Suárez destacó que el informe fue elaborado en un momento de un "desarrollo exponencial" de esas tecnologías de la información y la comunicación, un "salto sin precedente", dijo, impulsado por la aparición de la pandemia de covid-19 que llevó a la población a recurrir a las redes telemáticas.

Añadió que el estudio trata de tener un "enfoque no demonizador" de esas tecnologías, e invitó a mejorar la capacitación y formación del conjunto de la población en ese ámbito para evitar mayores desfases generacionales en el futuro.

El móvil, uno de las mayores fuentes de conflicto familiares, según un estudio