viernes. 19.04.2024

Ana Pardo de Vera: "La gente piensa que la corrupción es de guante blanco"

La periodista lucense Ana Pardo de Vera decide embarcarse en la ficción con su primera novela "Chantaje a una jueza", un relato que incide en la "brutalidad" de la corrupción: "La gente piensa que la corrupción es de guante blanco, pero es mucho más de andar por casa, mucho más burda de lo que nos podemos imaginar", afirma la escritora en una entrevista con Efe.
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La periodista lucense Ana Pardo de Vera decide embarcarse en la ficción con su primera novela "Chantaje a una jueza", un relato que incide en la "brutalidad" de la corrupción: "La gente piensa que la corrupción es de guante blanco, pero es mucho más de andar por casa, mucho más burda de lo que nos podemos imaginar", afirma la escritora en una entrevista con Efe.

Ambientada en una Galicia ficticia, en la que gobierna el Partido Demócrata Cristiano, Pardo de Vera (Lugo, 1974) asegura que "es imposible que la ficción supere a la realidad" cuando hablamos de corrupción. Y lo dice una profesional especializada en política que ha trabajado en diferentes medios de comunicación durante muchos años -ahora es directora corporativa de Público-, que tiene a familiares que desempeñan cargos políticos y que ha asesorado a diferentes ministros durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno.

Aunque reconoce que escribir es lo que siempre más le ha gustado de su oficio, su trabajo ha estado dedicado a la información, al análisis y al reportaje, unos tipos de narración en los que "no caben sentimientos, emociones o hechos no completamente contrastados" y que sí tienen cabida en la novela, a la que ahora se aventura ilusionada.

"Aunque me lo había planteado muchas veces, nunca encontraba el momento. No sobra tanto tiempo en el oficio como para eso", asegura la periodista, que considera que la ficción "es muy importante para entender la realidad" y pone ejemplos como el de Almudena Grandes, una escritora sin la que sería difícil comprender la Historia de España en los años de la Guerra Civil y la Dictadura.

Tras una llamada de Espasa, Pardo de Vera comenzó a darle vueltas a su cabeza y a hacer memoria de las decenas de casos de corrupción que a lo largo de su carrera había cubierto, buscando alguno que o bien fuera interesante para trasladarlo a la ficción o bien tuviera detalles que se había dejado en el tintero.

"Lo que hice fue coger los muchos casos de corrupción que desgraciadamente se han dado en Galicia y, revisando los sumarios, montar una historia, que aunque es ficticia, está basada en hechos reales", cuenta.

Así nace el relato sobre la corrupción institucional y "el daño que hace no solo a las propias instituciones sino a gente con nombre y apellidos".

Blanqueo de capitales, prostitución, poder, extorsión, sobornos, trata de personas, abogados sin escrúpulos, mentiras y una infinidad de obscenidades son las que aparecen en la novela de Pardo de Vera, que admite que en España "la brutalidad" de la corrupción sigue siendo a día de hoy una realidad y está ocurriendo "sin que nada ni nadie le ponga freno".

Según la autora, casos como el de Villarejo demuestran además que la corrupción es "mucho más de andar por casa" de lo que parece, mucho más "burda", y que mientras la gente piensa que es "de guante blanco" y la imaginan a través de espías, ministros o altos funcionarios, al final "todo es mucho más cutre", porque la ejercen personas comunes.

"Hay gente que aprende a vivir en el poder y que se corrompe sin darse cuenta. Pierde la noción de la realidad y adquiere una serie de comportamientos que asume que son normales y no lo son. Son pequeños gestos como el hecho de que te dejen pasar primero en un avión o que te den la mejor habitación en un hotel. Hay gente que ya va con ese chip puesto" explica la autora, que añade que luego está la corrupción "a lo bestia", que es la que más dolor causa y la que surge por afán de poder y lucro económico.

Según el INE, entre las comunidades autónomas con más corrupción se sitúan, a la cabeza, la Comunidad de Madrid, seguida de Andalucía, la Comunidad Valenciana y Galicia.

"¿Qué tienen en común? Gobiernos monocolor durante muchísimos años. Ese tipo de gobiernos acaban corrompiéndose por uno u otro lado. La corrupción es inevitable. Lo que tiene que hacer un Estado democrático es controlar, pero no hay sistemas de control público", afirma Pardo de Vera.

Sin embargo, en "Chantaje a una jueza" (Espasa), el personaje protagonista, la jueza Amalia, es la luz en medio de la oscuridad, esa persona "comprometida en la lucha contra la corrupción", a pesar de que sabe que "tiene mucho que perder".

"Hay gente que por pura convicción intenta luchar contra esto, porque si no, no podría dormir tranquila por la noche. Ahí te das cuenta el coste personal que supone luchar contra la corrupción", asegura la autora, que señala que macrooperaciones como la trama Gürtel dejaron a muchos denunciantes "en el paro o desahuciados".

"Los gobiernos no protegen a los denunciantes de corrupción, que quedan expuestos a un entramado de poderes e intereses que van contra ellos a lo bestia. Hablamos de mafias muy organizadas y ese es otro de los grandísimos fallos", advierte.

También falla la justicia, en un momento en el que "el Poder Judicial está en sus horas más bajas, con una credibilidad cuestionadísima": ""Es sorprendente la cantidad de casos que se abren pero que luego dura tanto tiempo o bien la instrucción o el juicio que ya ni te acuerdas. Y de causas que se cierran con pruebas que a veces parecen meridianas, porque yo he conocido muchos casos en los que había pruebas contundentes y sin embargo se quedan en nada", confiesa.

Y todo ello mientras en España "no dimite ni Dios": "Aquí ya se puede caer el mundo. Políticos imputados, que salen en grabaciones con conversaciones absolutamente obscenas, pero siguen adelante", relata la periodista, que considera que en España "hay muchísimo material" para el thriller político, un género que en nuestro país "se ha explotado poco" y que ella no niega que en un futuro pueda seguir aprovechando. 

Ana Pardo de Vera: "La gente piensa que la corrupción es de guante blanco"