viernes. 29.03.2024

Algunas personas aparecen en la vida de otras como un "elefante en una cacharrería", se podría decir que irrumpen en espacios nominalmente delicados con el ímpetu y la voluntad "indomables" de ser ellas mismas. Doña Emilia fue una de ellas y este año de su centenario ha elevado el reencuentro con su obra a categoría de congreso internacional en el que expertos y profanos se reconocen "abducidos".

Es el caso de la profesora de secundaria Eva Acosta (Sevilla, 1957), cuya pasión por Pardo Bazán surgió a sus 20 años tras caer en sus manos "Insolación". "Me pareció increíble que una mujer de esa época pudiera escribir de esa manera, con retranca, gracia y un poderío estilístico que me dejó deslumbrada", confiesa a Efe.

Con la misma novela, el director de su adaptación teatral Luis Luque reconoció a Efe con motivo de su estreno en A Coruña hace un tiempo que sintió un flechazo y un enamoramiento repentinos al releerla porque "era una disfrutona" y "una gran cómica, utilizaba la ironía para hablar de tantas cosas que ella no podía decir por la época en la que vivía".

Acosta, autora de artículos sobre la escritora coruñesa y prólogos a ediciones de sus obras, cree que había una "esquizofrenia literaria" en aquella época por parte de las escritoras que defendían que el papel de la mujer era el doméstico y de pronto llega doña Emilia "y lo resuelve de un plumazo".

La profesora sevillana pronunció este miércoles en A Coruña la conferencia plenaria "Mucha fuerza, mucho carácter, mucha personalidad. Emilia Pardo Bazán en un siglo de mujeres", en la que -pese a que parte de la cita es de Concepción Arenal- considera "imprescindible leer y conocer" esta "gran figura literaria" cuya obra "se mantiene con frescura".

Novelista, autora teatral, poeta, colaboradora literaria, profesora e intelectual, Pardo Bazán es difícil de clasificar "porque hizo de todo", también publicó alrededor de dos mil textos en prensa, como crónicas de actualidad, en un centenar de cabeceras nacionales e internacionales, tal y como estudió el profesor de la Universidad de A Coruña Ricardo Axeitos.

Erudita, visionaria, seductora, admirada y criticada, no estaba interesada en ser también 'influencer', pero su pasión y conocimiento de la moda la llevaron a vestir a la última y a caracterizar personajes en sus cuentos y novelas como auténticas 'fashion victim'.

Rosa Neira (Memorias de un solterón), Pilar Gonzalvo (Un viaje de novios) o Espina Porcel (La quimera) son algunas de las adictas a la moda en la narrativa de Pardo Bazán que ha analizado la profesora Blanca Rodríguez, coordinadora de este panel en el congreso.

Fue también, según el catedrático José María Paz Gago, coordinador de esta cita internacional, una gran defensora del deporte como parte de la educación, si bien su "lucha incansable" por la educación de la mujer y la igualdad de género es todavía hoy, cien años después, una tarea que continúan movimientos como "no more matildas", para evitar que las mujeres sean minoría en ciencias.

"Me parece una persona con una energía indomable y una voluntad indomable de ser ella misma, eso la acerca muchísimo a nuestros días. Abduce", sostiene Acosta, que no obstante insiste en que vivió en el siglo XIX pero "con más fe en sí misma y seguridad en sí misma que muchas de las otras mujeres de su tiempo".

Por eso, le gustaría que el colofón del centenario fuera el conocimiento de la escritora coruñesa y "la colocación en el sitio que merece, una de las grandes voces narrativas del siglo XIX, sin nada que envidiar a sus compañeros de generación o incluso mayores".

Eva Acosta dice que leer y conocer a Pardo Bazán es "imprescindible", y entre las obras fundamentales cita Los pazos de Ulloa y La madre naturaleza, La quimera, Insolación y todos sus artículos.

"Hay tantas facetas de Emilia Pardo Bazán por abordar que es inagotable. Esto ha sido el enamoramiento y ahí seguimos", resume.

Pardo Bazán, obra y figura: Tan imprescindible, tan indomable, tan actual