Un gestor inmobiliario ha aceptado una pena de dos años de prisión y una multa de 540 euros por un delito de estafa agravada, tras adueñarse de los 30.000 euros que una clienta entregó en concepto de adelanto en una operación de compra de una finca y construcción de una vivienda que nunca se realizó.
Según figura en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el acusado, Luis C.F, actuando como gestor de la entidad Inmos Sociedad Cooperativa Gallega, de la que era administrador único, concertó un contrato en el cual se comprometía a vender una finca de más de 600 metros cuadrados en el barrio de Carracido de O Porriño y a construir sobre ella una vivienda en el plazo de ocho meses tras la obtención de la licencia.
Para ello, recibió de la compradora una cantidad de 30.000 euros en concepto de adelanto para adquisición de la finca y gastos de elaboración del proyecto, estando obligado a reintegrar el dinero entregado en caso de que no se le concediera a la afectada un préstamo hipotecario que estaba tramitando.
El Fiscal ha deliberado que Luis C.F "nunca pensó cumplir con aquello a lo que se comprometió contractualmente", actuando "con ánimo de obtener provecho económico" y careciendo de facultades para ejercer como apoderado e intermediario de la vendedora de la parcela.
Así mismo, explica que el acusado no solicitó la licencia, ni elaboró proyecto constructivo alguno una vez realizado el pago del dinero, haciendo suyos los 30.000 euros recibidos de la compradora, que ahora debe devolver en concepto de indemnización.
