jueves. 28.03.2024

Juan Paulo Giménez, el principal acusado del tiroteo registrado en mayo de 2019 en una fiesta de pedida de mano en O Porriño (Pontevedra), ha negado ser el autor de los disparos y ha asegurado que, en ese momento, "yo no estaba en Galicia".

"Yo no he hecho ningún tiroteo ese día", ha señalado Giménez, primogénito del conocido como clan gitano de "Los Morones", que ha reconocido la enemistad de su familia con "Los Zamoranos", el clan también gitano que había organizado la fiesta.

A preguntas de la fiscal ha reiterado que él no tiene relación alguna con el tiroteo y que ni siquiera conoce a las dos víctimas de los disparos, ya que ese día estaba en Sevilla "buscando a mi exmujer que había desaparecido".

Tras señalar que "quien me acusó fue Ana Rosa Quintana", Juan Paulo Giménez ha explicado que, a pesar de la enemistad de su familia con "Los Zamoranos", él no la tiene porque su mujer es hija de uno de los patriarcas del clan por lo que "me aman y me adoran".

El otro acusado, Rafael G.J., que según la Fiscalía acompañaba a Juan Paulo el día del tiroteo, también ha negado tener relación con estos hechos y ha afirmado que "me enteré de todo al día siguiente porque lo sabía todo el barrio".

Ha subrayado que conoce al clan que celebraba la fiesta porque "esa gente casi nos mata en Cangas" y, aunque ha negado que Juan Paulo le ofreciera dinero para asumir él las culpas del tiroteo, ha reconocido que "Los Morones" agredieron a su madre para hacerle callar.

El juicio, que se está celebrando en el juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra, arrancó con la petición del abogado del primogénito de "Los Morones" para que se suspendiera la vista por la incomparecencia de varios testigos y por vulneración del derecho de defensa.

Además, ha alegado que no ha tenido tiempo para preparar el juicio, señalado hace apenas 15 días, y ha cuestionado las pruebas de balística de las balas halladas en la escena del crimen, porque asegura que hubo disparos cruzados y no existe correlación entre el arma y las heridas.

El letrado, que calificó a "Los Zamoranos" como una "facción violenta" que mantiene un "enfrentamiento casi de guerra" con la familia de Juan Paulo, ha pedido la protección para varios testigos e intentó que el tribunal admitiera declaraciones realizadas ante notario.

La magistrada ha rechazado sus pretensiones al entender que "no está acreditado" el supuesto peligro al que se enfrentan estos testigos y que las actas notariales no son válidas "para condenar o absolver a nadie" si esas declaraciones no se realizan en sede judicial.

A las puertas de los juzgados, antes del inicio del juicio, se han concentrado medio centenar de personas, entre ellas varios de los hermanos del principal acusado, el autoproclamado "rey de los gitanos", Sinaí Giménez, uno de los testigos que declarará en la vista durante el día de hoy.

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El acusado clave de un tiroteo en una pedida de mano: "No estaba en Galicia"