jueves. 28.03.2024

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha evitado valorar las palabras del presidente del Celta, Carlos Mouriño, quien hoy se ha ratificado en que se llevará el club de la ciudad si la corporación municipal no le vende el estadio de Balaídos o le cede unos terrenos para construir uno nuevo.

 

Como ya ha sucedido en anteriores ocasiones, Caballero ha guardado silencio sobre las reivindicaciones públicas de Mouriño, a quien únicamente replicó la primera vez que se ofreció a comprar Balaídos, insistiendo en que el estadio es de propiedad municipal y así lo seguirá siendo. Mientras, la portavoz del PP de Vigo, Elena Muñoz, ha insistido en la propuesta que personalmente le trasladaron a Mouriño, la de una concesión administrativa del estadio a 50-60 años, y como contrapartida, la inversión del club en la construcción de una ciudad del deporte.

 

Muñoz ha reclamado un "debate público" sobre esta cuestión y ha hecho hincapié en que "hay que hacer lo posible" para garantizar el "arraigo" del club en la ciudad, y en que resulta "impensable" para los vigueses que se pudiera acabar trasladando. Carlos Mouriño ha desvelado hoy que rechazó una oferta de 93 millones de euros por el 66 por ciento del accionariado.

 

"El 23 de febrero solicitamos al ayuntamiento la compra del estadio de Balaídos o una licencia para construir un campo nuevo. Estamos esperando su respuesta. A partir de esa respuesta tomaremos las decisiones necesarias", comentó el máximo accionista del club en un desayuno informativo con la prensa. "Si no nos quieren en Vigo, nos tendremos que ir de Vigo. Nosotros estamos escuchando muchísimo la palabra legalidad.

 

¿Pero qué pidió el Celta que fuera ilegal? Nada. Nunca pedimos nada ilegal. Lo que sí pedimos es que si hay un acuerdo sea un acuerdo con validez jurídica, que no sea una promesa, un convenio o un protocolo", agregó. El empresario gallego, que ha hecho fortuna en México, detalló aspectos del acuerdo con el holding chino interesado en la compra del club e insistió en que "nunca" hubo "un compromiso" de venta. "Tenemos notariada la oferta que recibimos. Correspondía al 66 por ciento del porcentaje de acciones y era por 93 millones de euros, incluyendo la cancelación del préstamo del presidente.

 

Era un único pago en el momento de formalizar la compra. Y no estaba supeditada la venta al número de acciones ni a la compra del estadio de Balaídos", apuntó. En este sentido, explicó que dicha oferta fue rechazada porque su proyecto de futuro para el Celta puede "cristalizarse": "Pero si en Vigo no nos quieren estudiaremos las ofertas de fuera, que las tenemos. Hemos dado todos los pasos, hemos sido pacientes pero ha llegado el momento de tomar la decisión. Y esa decisión es Vigo o no Vigo".

Caballero elude valorar las declaraciones de Mouriño