Los decibelios de ruido diurno, la concentración de CO2 y la concentración de partículas PM10 y PM2,5 en el aire de la ciudad de Vigo superan notablemente los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio realizado por las ONG Greenpeace y Ecologistas en Acción, que han señalado a la gestión municipal.
“No puede continuar la dejadez del Gobierno local con un problema tan grave que afecta a la salud de su conciudadanos al cambio climático”, ha dicho en un comunicado el portavoz de Ecologistas en Acción Vigo, Cristóbal López, quien ha instado al Ayuntamiento a designar zonas de bajas emisiones y a reorientar el modelo vigente de movilidad en la ciudad.
Concretamente, respecto al ruido diurno, el estudio concluye que el valor medio en todas las ubicaciones donde los grupos ecologistas han realizado mediciones ronda los 80 decibelios, con picos que superan los 90, valores que superan en un 50% y en un 69% el máximo ruido diurno y nocturno, respectivamente, recomendando por la OMS.
Para llevar a cabo el estudio, las organizaciones ecologistas han recogido los datos en nudos de comunicación “significativos” de la ciudad por la afluencia de peatones y por cercanía a colegios, y realizaron mediciones durante varios días para poder establecer una media y un valor máximo.
Una primera conclusión es que “los vigueses parecen acostumbrados al elevado ruido ambiente”, responsable, según la Comisión Europea, de unas 10.000 muertes prematuras al año, además de trastornos como el estrés, la ansiedad o la depresión, el insomnio, la disminución de del rendimiento académico o el incremento del riesgo cardiovascular, entre otras dolencias.
El estudio, que según sus responsables “no pretende competir en rigor científico con las estaciones oficiales medidoras de la calidad del aire de Vigo, ni con la metodología de recogida de la muestra no con la precisión de los aparatos de medida”, tan sólo quiere alertar de la mala calidad del aire en la ciudad.
La cantidad de dióxido de carbono en el aire, por ejemplo, supera en la mayoría de las mediciones las 630 ppm (partes por millón), un 53% más que el valor medio en la atmósfera, lo que muestra que la aportación de Vigo a los gases de efecto invernadero “es significativa”.
La concentración de partículas en el aire varía en función de las condiciones atmosféricas, siendo más baja en días fríos y lluviosos, durante los cuales Vigo supera también los valores de la OMS y los duplica e incluso triplica en días de calor.
Las partículas PM2,5 están asociadas con numerosos efectos negativos sobre la salud, como el aumento de la enfermedades respiratorias y la disminución del funcionamiento pulmonar, y es sabido que existe una estrecha relación cuantitativa entre la exposición a las altas concentraciones de partículas PM10 y PM2.5 y el aumento de la mortalidad.
Según Ecologistas en Acción y Greenpeace los resultados del estudio corroboran la necesidad de adoptar medidas inmediatas de pacificación y reducción del tráfico rodado en Vigo.
Para ello, apuestan por el fomento de la movilidad activa, la mejora del transporte colectivo o la peatonalización de calles, pero advierten de que sólo la adopción de medidas de mayor calado, como la declaración de zonas de bajas emisiones, podrán revertir una situación que han calificado de “grave”.
Por ello, ambas ONG instan al Gobierno municipal de Vigo a terminar con dos décadas de inacción en las que “a pesar de firmar todos los acuerdos climáticos que han ido apareciendo se aplica ni una sola de las medidas comprometidas”.