El secretario general de la agrupación socialista de Vigo, Manel Gallego, precisa que el exalcalde Carlos Príncipe "está expulsado" del partido y en este sentido no ha habido ningún cambio, y que lo que ha hecho la Secretaría de Organización es ampliar en cinco días el plazo para que aquel pueda recurrir.
Gallego insiste en un comunicado en que la decisión de expulsar a Príncipe fue avalada por unanimidad de todos los órganos que participaron en la tramitación del procedimiento, desde los instructores pasando por la ejecutiva local, provincial, gallega y federal del PSOE. La Secretaría de Organización y Acción Electoral del PSOE ha acordado suspender el plazo para la interposición de recurso hasta la remisión de Príncipe de una copia que certifique su recepción de una copia íntegra del expediente.
En el apartado de fundamentos jurídicos de su resolución, el PSOE reconoce que el acceso al expediente supone "un derecho ineludible" para procurar las "debidas garantías de defensa" del interesado. Príncipe ya ha recurrido su expulsión alegando que la organización interna y el funcionamiento de organizaciones como partidos políticos deben ser democráticos, con pleno respeto al pluralismo, según recoge la Ley Orgánica del Derecho de Asociación. Abunda en que la crítica "es lícita" tanto en los ámbitos interno como externo.
El exalcalde de Vigo fue expulsado después de que se iniciase un expediente disciplinario en julio de 2012 por sus críticas a la actuación del actual regidor, Abel Caballero, y tras su suspensión de militancia el 29 de marzo de 2012, después de que ese mes presentase un desayuno informativo sobre el Área Metropolitana de Vigo que tuvo como ponente al vicepresidente de la Xunta y secretario general del PPdeG, Alfonso Rueda. En octubre de 2013 fue censurado nuevamente por denunciar que había "una red de empleos" en planes municipales y en contratas del Ayuntamiento vigués utilizadas por el regidor para "controlar" el partido en Vigo y "practicar enchufismo y clientelismo".
Hoy Caballero ha vuelto a eludir pronunciarse sobre la situación de Príncipe, al que solo aludió la semana pasada y de forma indirecta para criticar el urbanismo durante la etapa de aquel en la alcaldía a principios de los noventa del siglo pasado.
