viernes. 19.04.2024

El juzgado de Instrucción número 1 de Tui ha dictado un auto de procesamiento por el caso de la Orden y Mandato San Miguel Arcángel en el que impone fianzas por casi 2,2 millones de euros a los diecisiete procesados, la mayoría al líder de la presunta secta, Miguel Rosendo, su mujer e hijos.

 

En su auto, el juzgado declara la responsabilidad civil subsidiaria del Obispado de Tui-Vigo, habida cuenta de que amparó en su seno durante años a la orden, al considerar "evidente" un "vínculo necesario" entre los sujetos activos del delito y la entidad o persona subsidiariamente responsable. A Feliciano Miguel Rosendo da Silva, en prisión provisional desde diciembre de 2014, medida que recientemente acordó ampliar, la juez instructora le atribuye 24 delitos continuados contra la integridad moral, otros tantos de abusos sexuales, en algunos casos también de forma continuada, y uno de agresión sexual.

 

Al igual que a su mujer, María del Carmen, y a sus hijos, Verónica y Cristian, le atribuye un delito contra la hacienda pública y otro continuado de blanqueo de capitales; y adicionalmente, uno de asociación ilícita, como a los otros trece procesados. Entre estos se cuentan varias pseudomonjas, a una de las cuales, Marta Paz, le mantiene la medida cautelar de comparecencias judiciales periódicas. Los diecisiete procesados están citados para los próximos días 21 y 22 a una declaración indagatoria, en la que se les dará traslado del auto de procesamiento con la presencia de sus representantes legales.

 

La Orden y Mandato de San Miguel Arcángel fue reconocida por la Diócesis de Tui-Vigo en julio de 2009 como asociación pública de fieles con derecho diocesano. La Diócesis tuvo conocimiento de unas supuestas "irregularidades" en diciembre de 2012 y para comprobar su veracidad nombró a un visitador canónico.

 

En su informe se basó la decisión de la Iglesia de apartar cautelarmente a Miguel Rosendo por razones de su "conducta moral", y no fue hasta que el escándalo de la secta de los Miguelianos estalló en los medios que retiró su apoyo a esta organización y a su derivada, llamada Serviam, que se había establecido en Madrid. Hasta que fue suspendida, esta orden, que tuvo su centro neurálgico en Oia (Pontevedra) cobró notoriedad por actuar uno de sus coros ante el Papa Benedicto XVI en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid.

Fianzas de 2,2 millones a los Miguelianos y responsabilidad subsidiaria al Obispad