jueves. 28.03.2024

La defensa del condenado por el crimen de Arbo (Pontevedra) ha pedido su libre absolución en la vista de apelación contra la sentencia de la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra, que se ha celebrado hoy en el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. El fallo, que tuvo lugar el pasado noviembre, condenó a 47 años de prisión al acusado de matar con una escopeta en un monte de Arbo (Pontevedra) a su expareja y al novio de ella. La defensa ha argumentado hoy que no existe ninguna prueba directa que incrimine al condenado; ha añadido además que la sentencia está basada únicamente en indicios.

 

Los letrados de la defensa han mantenido que en este caso se quebrantó el principio de presunción de inocencia y que la condena se basa en “meras sospechas” y no en pruebas que determinen que el acusado “es autor de un hecho tan terrible y tan brutal”. Para la defensa el ingreso en prisión del acusado se realizó sin que hubiese indicios racionales de éste cometiese el delito, manifestando además que durante el proceso de investigación “se cometieron muchas irregularidades” en las pruebas periciales que se realizaron. Los letrados de la defensa han asegurado que no se investigó a otros posibles responsables del crimen que pudiesen existir.

 

Por su parte el Ministerio Fiscal recordó que la función de la segunda instancia es un control de legalidad de la sentencia y en este sentido manifestó que no “se observa ninguna conclusión irracional o arbitraria”. Para la fiscalía, la sentencia está “pedagógicamente estructurada” y no se encuentra en ella ninguna contradicción; considera además que en la condena se aplica “correctamente” el agravante de parentesco. En lo que respecta a las penas, el Ministerio Fiscal reiteró que éstas “están correctamente impuestas” y que la sentencia es coherente y cumple con la legalidad.

 

La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Pontevedra el pasado noviembre condenó a Arturo Domínguez a 47 años de prisión; según recoge el Código Penal, el máximo de cumplimiento efectivo de la condena del culpable será de 40 años de prisión. La pena lleva aparejada, además, la retirada de la patria potestad respecto de la hija que tenía en común con la víctima, que en el momento del crimen tenía nueve años. El magistrado le impuso también la prohibición de acercarse a menos de 200 metros y de comunicarse por cualquier medio con los parientes hasta el segundo grado de consanguinidad de los fallecidos durante 33 años.

La defensa pide la libre absolución para el condenado por el crimen de Arbo