sábado. 20.04.2024

La familia de Deborah Fernández-Cervera, hallada muerta en una cuneta en Vigo hace 18 años, ha solicitado formalmente al Juzgado número 2 de Tui la exhumación del cuerpo de la joven, de modo que pueda ser examinado por médicos forenses y que se puedan buscar restos de ADN de terceras personas.

 

 

La familia ha explicado este miércoles en un comunicado que ya ha presentado en el Juzgado un Informe Médico Legal Pericial suscrito por un prestigioso médico especialista en medicina legal y forense que determina “con una certeza moral, matemática y jurídica” que “estamos ante una muerte violenta de etiología médico-legal homicida por anoxia anóxica (cuando se reduce la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos)”.

 

Dicho informe excluye que la causa de la muerte haya sido por muerte súbita y explica que existían en el cuerpo de Déborah diferentes lesiones traumáticas vitales, lo que denota que se defendió de la agresión que estaba sufriendo y que acabó con su vida. “Estoy indignada.

 

La Policía nos ha hecho creer durante 18 años que mi hermana se murió de muerte natural alegando que no tenía señales de defensa, y 18 años después tenemos que saber a través de un informe, que hemos tenido que pagar la familia, que no es así”, ha dicho Efe Rosa, la hermana de Deborah.

 

La familia entiende que durante muchos años se ha utilizado la disculpa de la “muerte súbita” para que o bien no se investigara con rigor, o bien no se adoptaran medidas solicitadas por la Policía a jueces y fiscales.

 

La familia de la joven asegura que hay otros informes en elaboración, todos pagados por ellos, “ante el cúmulo de negligencias y omisiones que presenta la causa”. Estas han sido las razones que han llevado a la familia a emprender un “trámite doloroso” pero “necesario” para “intentar determinar la persona que acabó con su vida”. Deborah, una chica de 21 años, salió a correr y nunca más regresó a casa.

 

Su cadáver fue descubierto pasados diez días, desnudo, en una cuneta a 45 kilómetros de donde fue vista con vida por última vez. La Policía halló restos de semen en su zona genital y en un preservativo tirado en el suelo pero desde el principio descartaron la hipótesis de una agresión sexual.

 

Los investigadores se inclinaron por considerarlo parte de un montaje plagado de pistas falsas para desorientarlos. La autopsia señaló como causa del fallecimiento la asfixia, sin concretar si pudo ser provocada, pues no se apreciaron lesiones ni indicios de estrangulamiento, y también apuntaron a la posibilidad, aunque remota, de una muerte súbita. Las pesquisas se centraron en el entorno de la muchacha y su expareja sentimental se convirtió en principal sospechoso, aunque nunca fue detenido ni investigado formalmente.

 

Esta es la historia de Déborah Fernández-Cervera, cuya pista se perdió en la tarde del 30 de abril de 2002, después de salir a practicar deporte por la zona de la playa de Samil, en Vigo (Pontevedra).

La familia de Deborah pide a la justicia la exhumación de su cuerpo