La Xunta ha ratificado la propuesta de resolución del expediente sancionador abierto el pasado enero al Ayuntamiento de Vigo por incumplimientos reiterados en el control de la calidad del agua. Una vez concluido el expediente y desestimadas las alegaciones de la corporación local, la Xunta sanciona cuatro infracciones administrativas, tres de las cuales tipificadas como graves, por un importe total de 21.520,26 euros. Estas infracciones son la ausencia de certificación o acreditación del laboratorio municipal, de determinación de metales en las analíticas de control y de notificación a la autoridad sanitaria, así como al Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo.
El Ayuntamiento de Vigo tendrá un plazo de quince días para presentar nuevas alegaciones. El delegado de la Xunta en Vigo, Ignacio López Chaves, ha subrayado que han quedado probadas las deficiencias en los controles realizados por el laboratorio municipal e incumplimientos de los parámetros de calidad que no fueron confirmados con analíticas de contraste con un margen de 24 horas ni comunicados a Sanidad. En los análisis realizados por el laboratorio municipal en 2016 y 2017 se detectaron hasta 24 analíticas que califican el agua como no apta y otras 31 bajo la clasificación de apta con no conformidad, ha detallado López Chaves en rueda de prensa.
El delegado ha significado que, en sus alegaciones, el Ayuntamiento de Vigo reconoce supuestos de agua no apta, pese a lo cual no hizo contrastes a las 24 horas ni adoptó medidas correctoras. Tampoco se analizaron las causas de los incumplimientos ni se comunicó a la Xunta ni a los consumidores los sucesivos episodios de agua no potable, ha enfatizado López Chaves, quien ha tachado lo sucedido de "extrema gravedad".
El delegado de la Xunta ha señalado al alcalde, Abel Caballero, por no atender a las recomendaciones y observaciones de los técnicos municipales del laboratorio, que le pidieron que declarara el agua no apta para el consumo. Caballero ha replicado que el agua de Vigo "es y siempre fue de gran calidad, espléndida" y que "ni un solo minuto dejó de ser apta para consumo humano". El alcalde ha tachado de "patético" el intento del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de "degradar la imagen" de la ciudad olívica, y sobre las afirmaciones de López Chaves ha señalado que "lo que diga ese mercenario nos da igual", y se ha preguntado si todo está correcto con el agua en Redondela y Baiona.
