Un equipo de 38 técnicos trabaja en transformar el auditorio Mar de Vigo en la idílica isla griega que sirve de escenario al musical Mamma Mia!, que ya recaló en 2011 en la ciudad olívica. Mamma Mia!, que narra la historia de una joven en apuros días antes de su boda y usa como hilo conductor los temas antológicos de Abba, se ha representado en 440 ciudades de todo el mundo y se encuentra en su decimosexto año desde el estreno de su primera producción en el West End, en 1999. Desde entonces acumula una recaudación que supera los 2 billones de dólares en taquilla y los 54 millones de espectadores.
El musical regresa a Vigo con un elenco de 31 actores capitaneados por Nina, Eva Diago, Olga Hueso y Nando González. El montaje incluye 17 cambios de escena y 7 escenarios diferentes, que recrean desde el patio de una taberna donde se desarrolla el núcleo de la historia hasta una playa. El jefe del equipo de regidores, Juan Carlos Fernández, ha explicado hoy entre bastidores los entresijos de esta obra, que cuenta con un vestuario formado por 300 trajes y en el que suenan casi una veintena de temas del grupo sueco, uno de cuyos temas da nombre al musical.
Fernández ha detallado que cuatro técnicos permanecen en el escenario disfrazados de griegos "en todo momento" y una orquesta de seis instrumentos, al margen del director musical, acompaña al reparto tocando desde el sótano del auditorio, donde se ha habilitado un espacio a tal efecto ante la ausencia de foso. "Adaptamos los teatros a nuestras necesidades más que adaptarnos nosotros a los teatros", ha explicado el regidor, que ha valorado el trabajo del equipo de preproducción de Mamma Mia!, que visita los lugares donde tienen previsto actuar con días de antelación para adelantarse a cualquier contratiempo.
El decorado y el equipo necesario para la puesta en escena del musical se transporta en cuatro camiones y, una vez comienza el espectáculo, el equipo de regidores supervisa cada movimiento desde un centro de control ubicado tras el escenario. Hasta el momento, las seis funciones programadas en Vigo para el viernes, sábado y domingo (dos cada día) ya han agotado entre el 85% y el 90% de sus localidades. Ahora, solo falta que las butacas se llenen para que el público disfrute, en palabras de Juan Carlos Fernández, de un musical "para todo tipo de personas" y que provoca que los espectadores "se desternillen" o que "se emocionen" en sus escenas familiares "más íntimas".