jueves. 18.04.2024

La Guardia Civil se ha incautado de 1.200 kilos de pepino de mar y ha desarticulado una red que se dedicaba a la compra, elaboración y exportación irregular de esta especie de equinodermo, muy cotizado en el mercado gastronómico asiático por sus propiedades afrodisíacas y por su uso para tratamientos médicos.

 

El servicio de protección de la naturaleza (Seprona) inició la investigación el pasado mes de octubre al tener conocimiento de que a través de algún puerto de la provincia de Pontevedra se estaba introduciendo pepino de mar procedente del sur de Portugal, donde está prohibida su captura, informaron fuentes del instituto armado. Una vez desembarcado, el pepino de mar que venía de Portugal se mezclaba con otras partidas legalmente capturadas por embarcaciones de la comarca de O Morrazo, se sometían a un determinado proceso de elaboración y finalmente se exportaba a Estados Unidos, desde donde lo hacían llegar al mercado chino.

 

El modo de operar de este entramado se basaba fundamentalmente en la considerable merma de peso, un 75% aproximadamente, que sufre el pepino de mar durante el proceso de elaboración, al que necesariamente tiene que ser sometido para su comercialización.

 

Así, las pérdidas de peso que sufrían las capturas que realizaban las embarcaciones de O Morrazo, que es la única zona de la provincia con plan de extracción autorizado (100 kilos diarios por barco), se suplían con el pepino de mar que entraba de Portugal. De modo que la mercancía que finalmente se exportaba iba amparada con la documentación y la facturación de las capturas españolas, cuando en realidad el 75 por ciento era producto portugués.

 

La Guardia Civil localizó una nave ubicada en Meira dedicada a la transformación de productos de pescado donde se almacenaba y se distribuía el pepino de mar después de pasar por los procesos de evisceración, limpieza, salazón y congelación, entre otros. Con el apoyo técnico de los inspectores del Servicio de Sanidad de la Xunta, el Seprona llevó a cabo una inspección de la nave, lo que dio como resultado la inmovilización de 1.220 kilos de pepino de mar por no acreditar el responsable de la empresa el origen y trazabilidad del producto intervenido.

 

Tras realizar comprobaciones sobre las transacciones realizadas en las cofradías del Morrazo para constatar la identidad de la persona que había adquirido la mercancía que se encontró en la nave de Meira, la Guardia Civil detuvo a B.V.E., de 27 años, vecina de Moaña, y a la investigación de su pareja H.E.A., de 30 años. A los dos se les acusa de sendos delitos de falsificación de documento mercantil y usurpación de estado civil. Según las pesquisas de la Guardia Civil, estas dos personas gestionaban su actividad comercial con el nombre, e incluso con la firma, del titular de otra empresa que estaba habilitada para la importación y exportación de productos procedentes del mar.

 

En la inspección realizada en la nave fueron detectadas una serie de irregularidades, todas ellas denunciadas por vía administrativa, relacionadas con la normativa de residuos y vertidos, el etiquetado de la mercancía, riesgos laborales, derechos de los trabajadores y la gestión de subproductos animales no destinados al consumo humano.

Requisan 1,2 toneladas de pepino de mar a una red que lo exportaba a Asia