La habitual tranquilidad en la parroquia costera de Aldán, Cangas do Morrazo (Pontevedra), se ha visto alterada por la presencia de un extraño artefacto que a todos ha tenido ocupados durante dos jornadas. Se trata del primer narcosubmarino que llega a las costas europeas tras, presumiblemente, cruzar el Atlántico, o al menos del cual las autoridades tienen constancia.
De hecho, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, ha hablado de "un día histórico" por el apresamiento del sumergible y de dos de sus tres ocupantes, además de la cantidad de droga intervenida, 3.000 kilos de cocaína, y ha dicho que esta operación marca "un antes y un después" en la lucha contra el narcotráfico.
Los parroquianos han estado atentos a cada movimiento de la operación de remolque e izado del submarino. Algunos avisaron con retranca gallega de la imposibilidad de llevarla a buen puerto, como de hecho sucedió en un principio al soltarse los arneses que sujetaban los flotadores que lo mantenían en la superficie. La operación se pudo completar tras la incorporación de dos grúas de gran porte.
Una vez en tierra el submarino, algunos espectadores se animaron a jalear cada vez que agentes de las fuerzas de seguridad extraían uno de los 152 fardos con droga que transportaba el sumergible. La expectación fue creciendo a medida que pasaban las horas y a media mañana el pequeño puerto de Aldán parecía un 'photocall' en el que la gente se dedicaba a hacerse 'selfis' con el narcosubmarino de fondo.
Varios vecinos lanzaron al aire la idea de que la embarcación permanezca para siempre en Aldán, por ejemplo, como decoración de una rotonda. No parece que las autoridades estén por la labor, pues tienen previsto transportar la nave hasta la Escuela Naval de Marín para someterla a un exhaustivo estudio para conocer los detalles de su fabricación y de sus características técnicas.
