sábado. 07.12.2024

Ni el verano frío y lluvioso de Galicia ni la quinta ola de la pandemia del coronavirus han conseguido desanimar a miles de peregrinos a realizar el Camino de Santiago, que en el mes de julio contabilizó más de 39.000 romeros, en su mayoría de origen nacional.

A pesar del gran aumento de contagios en el mes de julio y la incertidumbre respecto a las restricciones impuestas por cada comunidad autónoma, Galicia se ha convertido este verano en un destino atractivo en un año difícil para el turismo, merced a que la población busca alternativas al aire libre y en contacto con la naturaleza.

No han importado las lluvias y el inusual frío en Galicia de este verano -ha sido el mes de julio más frío registrado en una década-; pues a Compostela han acudido un total de 39.282 peregrinos, un dato muy diferente al de principios de año, cuando a la capital gallega llegaban apenas un centenar de peregrinos al mes.

Ya en Semana Santa se notó una cierta recuperación, con más de 1.000 peregrinos en el mes de abril, procedentes principalmente de España y, concretamente, de Galicia.

En los meses siguientes, ya próximos al verano, la cifra ha ido aumentando exponencialmente: en mayo acudieron unos 5.000 peregrinos y en junio casi 15.000, que en el mes de julio se duplicaron, con una media de casi 1.000 peregrinos diarios.

Aunque los datos son realmente buenos, si se comparan con el mismo periodo de 2019, queda claro que la pandemia ha hecho mella en el Camino: solo en julio de 2019 llegaron a Santiago de Compostela más de 50.000 peregrinos.

Otra de las principales diferencias respecto a los años anteriores a la crisis sanitaria son el origen y procedencia de los caminantes, pues habitualmente en verano eran en su mayoría extranjeros mientras que en julio de este año el 75 % han sido españoles.

"Los peregrinos españoles en julio han rebasado a los de julio del año 2019. Este mes llegaron 33.962 y en el 2019 30.391", ha contado a Efe el director de la Oficina de Acogida al Peregrino, Segundo Pérez.

Según ha expresado, la crisis de la covid-19 no se ha notado "demasiado" en este aspecto y ha suscitado de hecho un mayor interés por el Camino entre los españoles a la hora de moverse durante las vacaciones de verano.

En base a los datos de la Oficina de Acogida al Peregrino, entre las comunidades autónomas que más visitaron el Camino hasta la fecha están Andalucía, con 5.591 peregrinos; Comunidad de Madrid, con 4.810; la propia Galicia, con 3.131; Comunidad Valenciana, con 2.322 y Cataluña, con 1-939.

Debido a las restricciones de movilidad, este año ha sido menor la afluencia de peregrinos extranjeros, que solo ha supuesto por ahora un 25 % del total, principalmente de países como Italia, Portugal, Francia, Alemania y Estados Unidos.

"Los extranjeros han bajado pero han subido los peregrinos españoles y gallegos, especialmente, con lo cual podríamos decir que la peregrinación goza de muy buena salud", ha defendido Pérez, que ha añadido que en algunos momentos en la Oficina están "desbordados" a la hora de atender a los peregrinos porque "hay muy pocos puestos" debido a las restricciones de distancia mínima de seguridad.

Entre las motivaciones de los peregrinos, continúa siendo la principal la religioso-cultural y, un año más, el camino más visitado sigue siendo el francés, con un 55 % de afluencia.

"El Año Santo también está animando a la gente, sobre todo en la dimensión religiosa, por las parroquias y grupos juveniles", ha destacado el responsable de la Oficina, que además advierte de que a pesar de la hegemonía del Camino Francés, otras rutas jacobeas han adquirido "auge", como el Camino Portugués o la Vía de la Plata.

Pérez dice que en la Oficina esperan una alta demanda este mes de agosto y considera que hasta mediados de octubre la peregrinación va a ser "muy numerosa" y mucha gente va a visitar Santiago.

Por el momento, peregrinos como Pierre Ángel Hernández, natural de Montpellier, no dudan en comentar las bondades del Camino, entre las que este francés de 69 años destaca "la belleza del paisaje gallego" y la "amabilidad" de sus gentes.

"Hemos hecho 260 kilómetros. Ha sido una experiencia inolvidable. Por el camino hemos encontrado amigos extraordinarios", ha comentado a Efe visiblemente emocionado.

Hernández asegura que en el Camino Francés había mucha gente, desde personas mayores hasta familias con niños y que durante su ruta, desde O Cebreiro (Lugo), no ha encontrado "ninguna dificultad" y la atención ha sido muy buena en todo momento.

Como Hernández, Pedro Ruiz y Víctor Podalera, ambos de Jimena (Jaén), llevan cuatro años realizando el Camino de Santiago desde Irún (País Vasco) y dicen haberse encontrado "muy seguros" todo el tiempo, tanto en los albergues públicos como en los privados, a pesar de la afluencia de gente, que se notaba especialmente al llegar a Galicia.

"Antes de la pandemia había más contacto con otras personas. Sí que es cierto que la pandemia ha privado un poco lo de hacer amistades, pero al final el espíritu y las ganas por seguir conociendo el Camino prevalecen", declara Ruiz.

Su compañero, Víctor, asegura además que ellos, viniendo del sur, tienen la playa "muy vista", por lo que han elegido el Camino de Santiago para "vivir la experiencia y escapar un poco de las temperaturas veraniegas, que aquí son mucho más agradables".

Lo mismo han hecho Carlota, Nuria y Natalia, tres amigas procedentes de Albacete, Madrid y Andorra, respectivamente, que han peregrinado a Santiago por primera vez.

Aunque dos de ellas apostaron por el Camino del Norte y otra por el Camino Francés, las tres coinciden en que repetirían sin duda y aseguran que es una experiencia "segura", en un destino "nacional", para el que no necesitan PCR o certificado covid y que además es "al aire libre".

Ni el mal tiempo ni la quinta ola de la pandemia vencen al Camino de Santiago