viernes. 19.04.2024

Con el miedo nada se alcanza

Se anuncian crisis cercanas en las que aparece el miedo como factor principal. Hay miedo ante el rumbo que adoptará la economía mundial a partir de la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos. Hay miedo a las consecuencias del “Brexit”. Hay miedo a la emergencia de los populismos que se nutren precisamente de las incertidumbres sociales. Y hay miedo a las nuevas amenazas del terrorismo yihadista que aumentan a medida que pierde terreno en sus feudos de Irak y Siria.

Se anuncian crisis cercanas en las que aparece el miedo como factor principal. Hay miedo ante el rumbo que adoptará la economía mundial a partir de la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos. Hay miedo a las consecuencias del “Brexit”.

 

Hay miedo a la emergencia de los populismos que se nutren precisamente de las incertidumbres sociales. Y hay miedo a las nuevas amenazas del terrorismo yihadista que aumentan a medida que pierde terreno en sus feudos de Irak y Siria.

 

En buena medida estos miedos responden a situaciones reales, pero lo peor que pudiera ocurrir a nuestro mundo civilizado sería una suspensión, aunque fuese temporal, de los mecanismos democráticos de defensa, y sobre todo, de la capacidad creativa que ha permitido el progreso humano a lo largo de la historia. El Papa Francisco exhortaba a mediados de mes a los cristianos a ser valerosos, anclados en la esperanza y capaces de soportar los momentos oscuros.

Con el miedo nada se alcanza