jueves. 16.01.2025

La resaca de los Reyes Magos

Ah, los Reyes Magos... esos tres sabios que recorrieron medio mundo guiados por una estrella y hoy, más que por un GPS celestial, parecen necesitar un "atención al cliente"...

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Ah, los Reyes Magos... esos tres sabios que recorrieron medio mundo guiados por una estrella y hoy, más que por un GPS celestial, parecen necesitar un "atención al cliente". Porque sí, queridos lectores, después del paso arrasador de Papá Noel y su ejército de renos, los pobres Melchor, Gaspar y Baltasar llegan jadeando y con pinta de haber reservado el último turno en la cabalgata de la Navidad.

Para muchos niños —y, seamos honestos, también adultos—, los Reyes han quedado como la postdata de un correo urgente que envió Papá Noel el 24 de diciembre. Los regalos grandes y tecnológicos suelen llegar antes, con ese aire de oferta del Black Friday con retraso. Y los Reyes… bueno, los Reyes traen pijamas, calcetines y algo que se olvidó envolver Papá Noel.

De camellos a ecovans

Imagínense la escena: Papá Noel en su trineo, tecnológico y aerodinámico, con un traje de terciopelo rojo y WiFi integrado. Y, detrás, los Reyes llegando en sus camellos, con un motor de combustión lenta y sin aire acondicionado. Como para no caer en el "low battery" mental. ¿Dónde está el "plan renove" para los Reyes Magos? Si cada año les obligan a recorrer kilómetros de cabalgatas y selfies, al menos podrían actualizar el sistema.

Eso sí, en Galicia, al menos, los Reyes tienen ventaja: saben que aquí hay retranca y que, si alguien entiende de post-fiestas con humor, somos nosotros. Porque después de un buen caldo y una ración de pulpo, todo se ve más claro, incluso si te has comido la última figurita del roscón pensando que era un adorno.

¿Quién gana la carrera de regalos?

Lo curioso es que, mientras Papá Noel triunfa con las videoconsolas y los smartwatch, los Reyes suelen llevarse el mérito del regalo nostálgico. Porque siempre hay una abuela que dice aquello de: "Los Reyes traían juguetes de verdad, no esas pantallas tontas". Y ahí están los pobres Melchor, Gaspar y Baltasar, resistiendo en un mercado dominado por "papanoelistas" convencidos.

La reflexión final

Puede que los Reyes estén desfasados, pero tienen algo que Papá Noel no tiene: la tradición de cerrar la Navidad con un broche final y dejarnos un último subidón de ilusión. La resaca de los Reyes Magos es inevitable, sí, pero también es esa última parada de la montaña rusa de emociones navideñas antes de volver a la rutina.

Así que, por mucho que Papá Noel haya llenado los salones de envoltorios el 25 de diciembre, siempre quedará ese 6 de enero en el que todavía creemos que los sueños viajan en camello y huelen a incienso. Y, quién sabe, a lo mejor el próximo año los Reyes llegan en drones, pero con la misma esencia de siempre: la de recordarnos que la magia no tiene fecha de caducidad.

¡Eso sí, que no falte el licor café para superar la "cuesta de enero"!

La resaca de los Reyes Magos