Los cerca de 600 proyectos sociales desarrollados por Cáritas el año pasado con los fondos aportados por los ciudadanos a través de su declaración de la renta han permitido, por ejemplo, mejorar...
Los cerca de 600 proyectos sociales desarrollados por Cáritas el año pasado con los fondos aportados por los ciudadanos a través de su declaración de la renta han permitido, por ejemplo, mejorar las condiciones de vida de cientos de miles de familias con graves dificultades para afrontar sus gastos de alimentación, sus recibos domésticos, sus tratamientos sanitarios o las necesidades educativas de los hijos en edad escolar.
Además, esos fondos han permitido a muchas Cáritas Diocesanas financiar proyectos como servicios de ayuda a domicilio para personas mayores, casas de acogida para enfermos de sida o mujeres maltratadas, cursos de formación y alfabetización para mujeres gitanas, o centros de día para personas sin hogar y personas con adicciones, entre otros. Los proyectos de formación laboral son otros de los ámbitos de trabajo a los que Cáritas destina parte de los recursos procedentes de las casillas de la declaración de la renta.
Y ha sido gracias a numerosos proyectos de empleo financiados con fondos del IRPF como, por ejemplo, más de 12.000 personas acompañadas por Cáritas consiguieron un puesto de trabajo en 2013. Y lo mismo cabe decir de muchos de los proyectos de ayuda al desarrollo que han sido apoyados por Cáritas Española en más de 40 países de todo el mundo, donde las condiciones de vida son más precarias. De ahí la importancia trascendental que para Cáritas tiene el compromiso que los ciudadanos manifiestan a través de la declaración de la renta, un instrumento activo de solidaridad que, de forma directa y sencilla, se traduce para las personas empobrecidas en oportunidades reales de recuperación de su autonomía y de su dignidad como ciudadanos de pleno derecho.