jueves. 28.03.2024

El tradicional timo de la estampita

El tradicional timo de la estampita circula ahora por la fibra o por el cable. Se nos vende lo online para que compremos la moto de la modernidad, escondiendo otras intenciones mucho menos confesables, como las de deshacerse de personal en infinidad de actividades, sustituyéndolo por pantallas. No hay detrás de eso facilidad al usuario que valga, ni beneficio que se traduzca para él en un menor coste, sino el simple afán de mejorar las cuentas de resultados empresariales, lo que no estaría nada mal que se reconociese, porque canta demasiado.

El tradicional timo de la estampita circula ahora por la fibra o por el cable. Se nos vende lo online para que compremos la moto de la modernidad, escondiendo otras intenciones mucho menos confesables, como las de deshacerse de personal en infinidad de actividades, sustituyéndolo por pantallas.

 

No hay detrás de eso facilidad al usuario que valga, ni beneficio que se traduzca para él en un menor coste, sino el simple afán de mejorar las cuentas de resultados empresariales, lo que no estaría nada mal que se reconociese, porque canta demasiado.

 

Otro dato singular es el del acceso a la incomensurable información de todo tipo que circula por la red, que no tengo nada claro que esté siendo objeto de la debida atención ciudadana. Negroponte advirtió hace años del peligro de estas hordas de ignorantes digitales, que ya nos rodean. Al acceso veloz a esos contenidos sigue con frecuencia un olvido de los mismos con idéntica rapidez, sin dejar poso alguno en quien los haya disfrutado.

El tradicional timo de la estampita