Lo ocurrido con la Ley de Educación es todo un síntoma de que Rajoy está olvidando parámetros muy importantes que muchos electores si tienen en cuenta. Dejando a un lado sus bondades o sus desaciertos, la verdad es que el Partido Popular y su presidente hicieron bandera de la defensa de sus planteamientos en materia de educación; pero esa bandera ha sido arriada –con no demasiado honor- a las primeras de cambio, por mucho que el titular del ramo se sienta satisfecho con el diálogo y el pacto.
Lo ocurrido con la Ley de Educación es todo un síntoma de que Rajoy está olvidando parámetros muy importantes que muchos electores si tienen en cuenta. Dejando a un lado sus bondades o sus desaciertos, la verdad es que el Partido Popular y su presidente hicieron bandera de la defensa de sus planteamientos en materia de educación; pero esa bandera ha sido arriada –con no demasiado honor- a las primeras de cambio, por mucho que el titular del ramo se sienta satisfecho con el diálogo y el pacto.
Pues no señor ministro ni ha habido diálogo ni ha habido pacto. Nada más empezar la legislatura ha habido una clamorosa bajada de pantalones que ha dejado a más de uno con las vergüenzas al descubierto y como ahora el Gobierno está ocupado en taparse, los separatistas también quieren pactos y diálogo, también se va a pactar y a dialogar la ‘ley mordaza’ y se pactará y se dialogará, nada más y nada menos, que sobre el modelo territorial de Pérez Rubalcaba.