viernes. 19.04.2024

Pocas luces y encima caras

SE LE atribuye a Antonio Maura, presidente del Gobierno de España en cinco ocasiones entre 1903 y 1922, la frase...

SE LE atribuye a Antonio Maura, presidente del Gobierno de España en cinco ocasiones entre 1903 y 1922, la frase: “Yo, para gobernar, no necesito más que luz y taquígrafos”. Eran otros tiempos, evidentemente. El bueno de Maura hoy solo podría pedir taquígrafos porque la luz no hay quien pueda pagarla. ¡Qué disparate!

Es absolutamente inaceptable e inasumible que un bien tan elemental y necesario para el desempeño de cualquier actividad, desde la doméstica a la industrial, desde la sanitaria a la comercial, puede sufrir semejantes desvaríos en su coste y puede llegar a alcanzar tarifas como las que estamos padeciendo en las últimas semanas. Un país supuestamente avanzado, como es España, no puede consentir que el precio de la electricidad se sitúe en las cotas en las que está actualmente. Y no hay ninguna razón que lo justifique, más allá del burdo y ofensivo enriquecimiento de las eléctricas y de sus directivos, y del remanente que esas desorbitadas facturas dejan también en las arcas del Estado. Porque, no lo olvidemos, el 60 por ciento de lo que pagamos en la factura de la energía son impuestos.

Para tratar de lavar su imagen y dar la sensación de que hace algo, pero sin enfadar al sector energético (no vaya a ser que nos corten la luz o, aún peor, el grifo), el Gobierno de Pedro Sánchez anuncia una bajada del IVA de la energía eléctrica al 10%. ¡Oh, señor!, cuanto agradecimiento le debemos. Si no fuese porque esta medida, que en España tendrá un carácter coyuntural, ya está en vigor de forma permanente en otros países de nuestro entorno. En Italia, la luz, como la mayoría de los bienes básicos, tiene un IVA desde siempre y para siempre del 10%. Y en Portugal, de tan solo el 6%. Aquí, tras una prudente tregua de cinco meses, que debe ser el tiempo que se considera que la ciudadanía, siempre olvidadiza, ya habrá asumido que el precio de la luz es el que es y que ha venido para quedarse, volveremos a pagar la luz con el mismo porcentaje de IVA que el champán francés.


Y volverán a surgir voces que hablen de nacionalizar el sector. Ilusos! En primer lugar, la energía es un sector que en España está regulado. Y, en segundo, que más nacionalización queremos si ya tenemos a la primera empresa energética de España, Endesa, en manos de un gobierno. Extranjero, eso sí. Es el italiano.

Una vez más, el Gobierno de España ha demostrado que en lugar de coger el toro por los cuernos, lo esquiva con un quite traidor y cicatero, demostrando que tiene nulo interés en favorecer la competitividad del sector mercantil que es, a fin de cuentas, quien nos puede sacar de esta situación de ruina a la que estamos abocados.


Para más inri, el decreto-ley deja fuera de esta rebaja a muchas empresas y autónomos que tienen contratada potencias superiores a los 10kW y que además centran su actividad en franjas horarias en las que la energía es más cara. Non querías caldo?...

Frente a este desaguisado, la única alternativa de gobierno a día de hoy pasa por el partido que lidera la oposición y que preside Pablo Casado. Pero cuidado también con eso, que también tiene sus riesgos, sobre todo si no se pone en el lugar que le corresponde a antiguos dirigentes. Sin ir más lejos el expresidente Aznar, a quien escuché el otro día decir que habrá que tomar notas de quienes estos días se han manifestado a favor de los indultos, insinuando que en caso de que PP llegue de nuevo al gobierno de España, se pasará la guillotina, por ejemplo, a la Confederación de Empresarios o a la Conferencia Episcopal. Cuidado con esas actitudes. Necesitamos esa alternativa. Y personajes y declaraciones así, creo que la perjudican.

Pocas luces y encima caras