jueves. 28.03.2024

Error sin responsables

Este año, como cada año, se realizaron las pruebas de EBAU en cada comunidad. El evento es todo un acontecimiento para todo aquel, que quiere estudiar una carrera universitaria...

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Este año, como cada año, se realizaron las pruebas de EBAU en cada comunidad. El evento es todo un acontecimiento para todo aquel, que quiere estudiar una carrera universitaria. Para la mayoría es una contra reloj en la que tenemos que demostrar en tres días todo el resultado de un curso. Mi hijo, Pablo Sanz, y le pongo nombre, porque es una persona, no un número. Realizó un curso brillante. No es que lo diga yo, que soy su madre, lo dicen sus notas. Sacó una media de 10 en bachiller. Se llevó la muy merecida Matrícula de Honor, además de otros premios por el reconocimiento a su trabajo. 

Hasta aquí todo muy bien. El problema llegó con la EBAU. Cuando salía de cada examen, salía todo convencido que le había salido bien, lo cual nos alegraba mucho. Especialmente el de matemáticas, que ya sabemos todos que ahí no hay posible error. O te sale bien o no te sale. Al salir, lo comentó con su profesora de matemáticas y le dijo que tenía un examen muy bueno. De casi 10. Llegaron los resultados y en todo sacó buenísimas notas, pero cual sería su sorpresa al ver que en matemáticas tenía un 2. Se quedó tan sorprendido que ya lo primero que dijo es: Tuvo que ser un error, si ya solo con un ejercicio ya sé que tengo un 2.

Se hizo la reclamación en la que se expone lo que le pasa en 250 caracteres y a esperar a que salgan las correcciones. Estas, salen el 23 de junio, justo el día que se entregan en Santiago los diplomas de las excelencias académicas. Pablo, como tiene un 2 en mates, se queda fuera. 

El 23 sale a las correcciones a las 12:30 más o menos. Tiene un 9,25 en matemáticas y él espera todo convencido de que lo van a llamar de Santiago para recoger su diploma, ya que su nota es de un 13,3. Esa llamada o ese correo, no llegó a hacerse. Ayer se quedó sin ese momento que le hubiese hecho ilusión como a cualquier hijo de vecino que estuviese en su lugar. 

Conclusión: Como se puede entregar una corrección  el mismo día que se entregan los diplomas? Acaso no sería lo más lógico que saliesen un día antes, para que nadie se quede sin ese día tan especial para los alumnos? A quién le tiramos de las orejas por esto ahora?

Y otra pregunta que queda en el tejado: Cuantos chavales se quedan sin reclamar por miedo a que les baje la nota y no pueden entrar en la carrera por la que tienen vocación?

Solo les pido que le pongan un poco más de interés a la hora de corregir o pasar una nota. Ellos/as se juegan su futuro, para vosotros solo es un dinero extra. Poneros en su piel. 

Un saludo.

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