viernes. 29.03.2024

La exquisitez, la gula y el gimnasio

Entiendo que haya muchas personas a quienes se les ha ocurrido poner un gimnasio. Debe ser un negoción, porque según se atiborra el personal a comer deberíamos tener gordos por todas partes, estoy pasando unos días cerca de Pamplona que están en san Fermín.

Entiendo que haya muchas personas a quienes se les ha ocurrido poner un gimnasio. Debe ser un negoción, porque según se atiborra el personal a comer deberíamos tener gordos por todas partes, estoy pasando unos días cerca de Pamplona que están en san Fermín.

 

Y los hay, pero los hombres de mediana edad tiran como locos al gimnasio o al deporte en general, entre otras cosas para bajar peso. Y de las mujeres ya no digamos. Pero ellas cuidan bastante más el no comer demasiado en el día a día. No tienen ningún reparo en tomar sacarina en lugar de azúcar. Por todo ello alucino con los master chef y todos esos espectáculos lamentables.

 

No me parece mal que haya un concurso de cocina o un experto que dé clases a potenciales cocineros, pero estos espectáculos televisivos, que nos meten por los ojos queramos o no –luego además dicen que la Uno no tiene publicidad…- me parecen un canto a la gula, vía exquisitez, y a fomentar una vez más todos los condimentos para una sociedad hedonista sin tapujo alguno. Me parece un insulto para tantas personas de todo el mundo que apenas tiene para comer.

La exquisitez, la gula y el gimnasio